Llegamos al apartamento cansados de la caminata, hasta fuimos a Tesco a comprar cosas necesarias para el apartamento. Dejamos las bolsas en la cocina y las guardamos en la alacena y en el refrigerio. Veo los empaques de té y me siento emocionada ya que tendré la experiencia de tomar té en las tardes.
-Harvey, voy a organizar mi ropa en tu ropero- le avisé y escucho su afirmación desde la cocina.
Entro a su habitación y saco mi maleta, la abro y saco mi ropa necesaria para mañana y mi ropa para dormir. Todo iba bien hasta que pego un pequeño grito con la boca cerrada, y me tapo la boca por la sorpresa que encuentro.
"¿Cómo pudiste Elizabeth?"
Veo la ropa íntima que me regaló Liz un día antes de ir al aeropuerto. Saco un sostén rojo y frunzo el ceño. Al momento de ver el sostén me entraron las dudas, veo en toda mi maleta para ver si metí mi ropa íntima antigua y no. Liz sacó toda mi ropa para poner la nueva. Doy un fuerte suspiro y escucho la puerta abrirse. Cierro rápidamente mi maleta y finjo organizar mi ropa.
-¿ Todo bien? -preguntó mi novio en el marco de la puerta.
-Si, todo bien- digo finjiendo que estoy tranquila, pero no lo estoy, ya que tengo ropa íntima muy... sexy.
-Ok, es para avisarte que ya pedí la comida, pedí pescado y papas, por si te gusta- termina de hablar.
-Me encanta- le regalo una sonrisa cerrada a lo cual me lo devuelve. Sale de la habitación.
Camino con silenciosos pasos para cerrar la puerta de la habitación, cuando la cierro saco mi celular para marcarle a Liz. Estoy nerviosa y a la vez enojada de mi mejor amiga, ¿cómo se le ocurre dominar la privacidad de alguien? No creí que Liz haya cruzado la línea. Espero tres tonos hasta que me responde, y escucho a una Liz soñolienta.
-¿V ?-preguntó en la otra línea confundida.
-¿ me puedes explicar sobre tus acciones? -digo molesta pero sin levantar la voz.
-¿ Y me puedes explicar por qué llamas a estas horas? -preguntó bufando.
-Responde mi pregunta- digo seca.
-Quiero que estrenes tu ropa interior sexy- siento que esta sonriendo en la otra línea.
-¿ Y por qué crees que lo vamos hacer? -pregunto aún molesta.
-Lo sé todo mi amiga- suspiro con fuerza y Liz se rió. -Oye, me tengo que dormir ya que en la mañana mi familia y yo viajaremos a Houston- avisa aún soñolienta.
-Descansa- me despido de ella sin antes escuchar su comentario de "ve por él tigre" rodeo los ojos por su comentario y luego me sonrojo.
Pasó media hora cuando estaba organizando todo en la habitación y Harvey también me ayudó. Hasta que todo fue interrumpido por el sonido del timbre, avisando que la comida está lista. Dejamos nuestros quehaceres y fuimos a recoger la comida a la puerta. Harvey tomó la comida mientras le pago al repartidor. Entro al apartamento, sacamos platos y cubiertos; los pusimos sobre la mesa y Harvey colocaba la comida en los platos y lavé las latas de las gaseosas. Nos sentamos y empezamos a comer.
-Ok Harvey, cuéntame mas de tu pasado aquí en Londres- le digo tratando de hacer el acento britanico y él se ríe.
-Qué te puedo contar- pensó hasta que le llegó algo en su mente -Antes mi familia era normal, típico de tomar el té en las tardes, jugar juegos de mesa en los fines de semana y tu padre te lleva a comer un helado o un dulce después de salir del colegio- hizo una pausa y su cara se transforma en nostalgia.
-Y hay algo que te gusta aquí, en específico- veo a los ojos con curiosidad.
-Bueno, Piccadilly Circus es la mejor parte de Londres y encuentras de todo, luego está el teatro, y los museos, en especial el museo de caricaturas- sonrío. -¿Y a tí, qué te gustaría conocer? -preguntó tomando mi mano.
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La pasión de una violeta
RomanceMi padre y mis amigos me decían que no estaba bien, que mi vida es aburrida y tenía que aprovechar mi juventud, pero en mi caso me encontraba bien, me encantaba hacer las cosas que hacía que para ellos no era diversión, sino aburrimiento y pérdida d...