Capítulo 12

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Hoy salí temprano de la escuela ya que los profesores tienen una junta importante y quieren que los estudiantes salieran temprano. Liz se fue con su madre a ayudarla en el supermercado y también tuvo que ir a los lugares que participó para agregarlo en su papelería de la universidad. En cambio yo, ya lo tengo todo. Saldré el lunes a poner mis papeles y a inscribirme. Entro a mi casa y escucho a mi nana Ninn llamándome desde la sala. Camino donde se encuentra ella y me la encuentro sentada con una sonrisa.

-Siéntate querida-

Me ofreció un lugar a la par de ella y yo me acerco donde está. Me pidió que cerrara los ojos, la obedecí, siento curiosidad por lo que me va a enseñar. Siento algo pesado a la par mía y nana Ninn me avisa que los abra. Encuentro una caja de color dorado, la veo en un rato con una pequeña sonrisa, me pide que la abra. Me encuentro con un vestido hermoso, es de color lavanda, lo agarro y veo cada detalle del vestido. Es largo en la parte de atrás y corta en la parte de adelante; tiene toques de mariposas; es straple pero está cosido con unas mangas que son transparentes con el mismo color. Además está junto con unos tacones de color plateado. Mis ojos brillaron al ver este hermoso vestido, sonrío y veo a mi nana. Me acerco a ella para abrazarla.

-Muchas gracias nana- le agradezco cerrando los ojos y abrazándola fuertemente.

-Me alegro que te encantó mi niña- dijo mi nana sobando mi cabello- Sé que no tienes pareja para ir a la fiesta, pero quiero que vayas hermosa - dijo con una sonrisa y acariciando mi mejilla.

-Pero es muy caro, te lo pagaré después- digo pero ella me paró.

-Es mi regalo de graduación y regalo porque has logrado entrar a la universidad de tus sueños nena- veo a mi nana caer una lágrima y se lo limpia rápidamente.

-Gracias- digo.

Le doy un último abrazo, ella me acompañó a mi habitación a colgar mi vestido en el armario y colocar los tacones en mi zapatera. Ella se despide de mí porque tiene que hacer una actividad por parte de la iglesia. Estoy sola, durante esas horas he estado estudiando para los últimos exámenes que tengo. Pero decidí salir para caminar un rato, tal vez comprar algo para cenar o comprar un postre.

Salgo de mi casa sin antes echarle llave a mi casa y dejarle una nota para avisarles a mi padre y mi nana que salí a caminar. Camino para llegar a un restaurante cercano o una cafetería. Ahora son las 6 de la tarde. Me encuentro en una calle donde hay restaurantes y pequeñas tiendas y un pequeño parque donde se encuentran los juegos para niños, miro los juegos y encuentro a una persona en los columpios, pero su silueta me resulta algo familiar, no lo he pensado dos veces y camine donde se encontraba esa persona, cada vez mi vista mejoraba y miré la cara de la persona. Es Harvey, pero se veía algo decaído. Me acerco a él.

-¿Está ocupado este lugar? -pregunto con un tono suave. Él me mira y me da una pequeña sonrisa.

-Si, para tí- me siento en el columpio a la par suya. El silencio se volvió un poco incómodo hasta que Harvey decidió romperlo.

-¿ Alguna vez te haz sentido que crees que esa persona es la correcta pero no?- preguntó Harvey y creo que ya sabía dónde iba a llevar el tema -Creo que ya lo sabías ¿no? -me mira y me congelo. Su mirada se ve apagada, y triste.

-Lo... lo lamento- digo nerviosa bajando mi mirada. Siento mis manos sudar y mi corazón palpitando por los nervios.

-No te preocupes, sé que tenías miedo de contármelo y que no te creería- dijo tratando de comportándome. Lo veo.

-¿ Cómo lo supiste? -pregunto jugando con mis dedos y viéndolo a los ojos.

-Desde la fiesta cuando tú y tus amigos estaban- abro los ojos- Cuando te fuiste me encontré con ella besando a un chico. Creí que mis ojos me estaban engañando, pero no lo fue. Fingí que no lo veía, pero durante los descansos en la universidad él siempre se juntaba con nosotros y habían días que ella lo llamaba para juntarse a un lugar. Y lo noté aún más cuando te encontramos en el cine y le mencionaste que la encontraste con él en Barney's & Noble. Un día salimos a comer y ella fue al baño y dejó su celular, ahí encontré mensajes de él y de ella, en ese empecé a aclarar las cosas, ella me siguió insistiendo que saliera pero le decía que no tenía tiempo y no se molestaba- Explicó y dio un gran suspiro molesto. -Y la cité aquí para aclarlar las cosas- dijo juntando sus manos.

La pasión de una violetaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora