La universitaria

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-¡Solo no toques mis cosas y ya Sofía!

-¡Relájate Alejandro! Solo las moví de lugar.

-Ya chicos por favor.- Dice Cecilia tocándose la cabeza en señal de hartazgo.

Tomo mis llaves y salgo de la cocina dirigiéndome a mí recámara.

Desde que mi papá se casó, Cecilia y su hijita Sofía viven con nosotros.
Es una escuincla berrinchuda que siempre agarra lo que no debe.

Lo peor de todo es que ahora voy a tener que convivir más con ella.
Mi papá me pidió que ahora que empieza a estudiar la universidad, la llevara porque todavía no sabe conducir.

Claro que debo hacer todo lo que él me dice porque si no nunca terminaría de oír que no le puedo hacer un favor.

Mi hermanastra es desesperante.
Si la viera de lejos probablemente trataría de ligarla porque es guapa.
Tiene unas piernas torneadas muy bonitas, su cabello castaño claro le llega a la cintura. Su piel es bronceada y contrasta con sus ojos verdes.
De lejos se ve atractiva, pero cuando la conoces es molesta. Todo el tiempo se queja.

Aunque sí debo admitir que es guapa, tiene un cuerpo muy llamativo y la forma en la que se viste también es tentadora.
Debo confesar que varias veces la he visto en la piscina, imaginando cómo se vería desnuda. No es difícil con esos mini bikinis que usa.

En fin...
El primer día de universitaria para la nena de 19 años recién cumplidos.
Sí, porque le dieron un año sabático para que decidiera qué es lo que quería hacer. Casualmente decidió estudiar lo mismo que yo, en la misma universidad.

Yo tengo 22 años, estoy por terminar mi carrera en derecho y aunque no tengo clase temprano, tengo que llevar a la nena a la escuela porque ella tiene lección a primera hora.

-¡Sofía!- le grito desde la cocina.

-Sé paciente Alex.- me obliga mi papá.

Sofía entra a la cocina. Está vestida con un vestido de mezclilla negro muy ajustado que le llega a la mitad de los muslos. Trae un suéter de cuello alto debajo y unos tenis blancos.
Ese vestido se le ve bien. Hace que su culo se vea paradito.

Tomo las llaves de la mesa y le digo en tono autoritario.
-Vámonos ya.

Ya en el auto le hago la plática.

-¿Nerviosa universitaria?

-No. Hasta eso no.
Dice con su boca parada en forma de beso. Sus labios son sexys, carnosos.

Seguimos platicando de cosas sin importancia el resto del trayecto hasta la universidad.
Ella me desespera y yo a ella, pero no nos llevamos tan mal. Hasta eso pasamos buenos momentos.

Cuando se baja del auto la empiezo a notar más nerviosa.

-Tranquila. Te va a ir bien.

-Eso espero.- dice sacando un suspiro.

Nos separamos y cada quien a lo suyo.

Cuando nos reunimos para regresar a casa me cuenta de su día. Comenzamos a platicar de los maestros y materias que tuvo, que son cosas por las que yo ya pasé.
Nos reímos de algunos maestros que siguen ahí y le doy algunos consejos para que inicie con todo.

Así pasan las semanas y ahora tenemos más cosas en común.
Me he dado cuenta que es una buena chica, ya no se queja tanto y se ve que se está esforzando.

Todos los días es lo mismo.
Nos vamos juntos en las mañanas y regresando platicamos de cómo nos fue. Siempre me pregunta acerca de las materias más avanzadas, parece que siente curiosidad.

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⏰ Última actualización: May 09, 2021 ⏰

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