16.

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Abrí los ojos poco a poco y me encontré con el rostro de Timothée descansando a mi lado. Estaba completamente dormido, entreabriendo los labios y respirando lentamente. Subí mis manos hacia su rostro y deslicé un dedo por sus mejillas. Tenía la piel demasiado suave y casi pálida. Deslicé el mismo dedo por el arco de su nariz y sonreí un poco.
Separé mi mano de su rostro y lo miré dormir por unos segundos, hasta que pude volver a dormir otro rato más.
Cuando volví a abrir los ojos, vi que Timothée estaba en su celular, aún acostado a mi lado. Volteé un poco para encararlo mejor. Timmy bloqueó su celular y suspiró, viéndome.
—Hey —me dijo.
Me acomodé y me puse en su pecho. Timothée comenzó a acariciar mi espalda.
—¿Qué vas a hacer hoy? —me preguntó con su voz ronca. Moví algunos de los rizos que me impedían verle la cara.
—Había quedado con mis papás en ir un rato con ellos —le dije—. Mi hermano llegó de la universidad y creo que llevará una novia o algo.
Reí.
—Oh, ¿entonces quieres hacer algo mañana? No he comprado mi vuelo —me dijo.
—No, no, puedo cancelarle a mis papás —le dije—. O no sé si quieras acompañarme.
Me senté sobre mis piernas para verlo mejor acostado. Timothée se acomodó mejor en la almohada.
—¿Me llevarías? —hizo una media sonrisa.
—Si no quieres no me sentiría mal, ¿eh? —le dije—. Cuando estábamos juntos nunca los conociste.
Él se me quedó viendo e inclinó un poco su cabeza al lado. Tenía una sonrisa muy bonita.
—Me encantaría ir, Vic —me dijo—. Al fin están en casa, no podría dejar que les cancelaras.
Me acerqué a él y lo abracé para besarlo. Él me correspondió y después me quedé en su pecho, abrazada a él.

Las dos horas de viaje a San Diego fueron muy divertidas. Timothée y yo decidimos poner una canción yo y después una él. Me daba cuenta que en verdad sí teníamos gustos muy diferentes. Él se ponía a bailar mientras que cantaba una de las viejas de Frank Ocean.
—Mmm... Frank tiene una casa aquí en San Diego —me dijo—. Bueno, en La Jolla, creo. Me tocó ir a una de sus fiestas y fue increíble.
—Me imagino —le dije.
Skinny white boy hanging out with the rappers. Amaba eso de él.
Me estacioné frente a la casa de mis padres. No era tan grande, pero definitivamente se adaptaba al estilo de vida de su vecindario de clase media alta.
—Oye, antes de que nos bajemos —me dijo Timothée justo cuando apagué el carro.
Volteé a verlo.
—¿Qué les vas a decir que somos? —me preguntó.
Me quedé callada y me puse un poco nerviosa. ¿Amigos? ¿Novios? ¿Casi-nos-comprometimos?
—Novios —le dije, tomando yo la iniciativa.
Timothée sonrió más grande y se acercó rápidamente a mí. Me reí ante su movimiento y después tomé su cara entre mis manos para besarlo.

Entramos a la casa de mis padres y ellos recibieron muy bien a Timothée.
—Creía que jamás te íbamos a conocer —le dijo mi mamá acomodando la mesa. Mi papá le ayudaba—. El famoso Timothée.
Me puse un poco roja.
—Victoria quería traerme muchas veces —dijo—. Pero mi horario no coincidía con el suyo.
Mi papá rio.
—Ya ves cómo están las cosas —dijo.
Recordé cuando conocí a la mamá de Timothée.

Flashback.
—Vuelvo, amor —me dijo Arthur—. Tengo que contestar esto.
Arthur se alejó de mí en el After Party de los Oscars. Yo estaba parada frente a la barra de bebidas y mejor decidí sentarme en uno de los bancos.
—Mira, Marc, ese es el anillo que te decía —escuché que una mujer le decía a un hombre. Volteé hacia mi izquierda y vi unos hermosos ojos sonriéndome.
—¿Cómo lo conseguiste? —me preguntó ella.
—Fue un regalo de mis padres —le confesé.
—Aquí entre nos, estoy esperando que mi marido o mi hijo me regalen uno así —rio.
Vi que el hombre con el que estaba ya platicaba con alguien más, dejándonos a mí y a esa mujer solas en la conversación.
—¿Por qué siento que te conozco? —preguntó ella—. Siento que te había visto antes. ¿En qué película estuviste?
—Fui asistente de dirección en Little Women —le respondí—. ¿Y tú?
—¿En serio? Yo en nada, linda —dijo y tomó un trago de su copa de vino—. Soy mamá estrella nada más. También de Little Women.
—¿En serio? —alcé las cejas.
Tenía que ser de alguien muy importante. Entonces, antes de que contestara, lo vi. No sabía cómo no me había dado cuenta antes si tenían demasiados rasgos similares.
—Timothée está muy contento con el resultado —dijo ella muy feliz.
Me puse un poco roja.
—¿En serio? Me alegro —le dije.
—¿Cuál es tu nombre?
—Victoria —le dije.
—Que hermoso nombre, platícame de cómo estuvo trabajar con mi niño.
Platicamos por un rato y reíamos de vez en cuando. En una de esas risas, volteé a mi lado y alcancé a ver a Timothée viéndonos, no muy lejos de nosotras. Él se acercó, un poco extrañado.
—¿Cómo pasó esto? —preguntó.
—Victoria es un ángel —dijo Nicole—. Me dice que a veces te ponías a rapear entre tomas, ¿eh?
—¡Hey! —dijo él, actuando ofendido—. Es una técnica que ya deberías de conocer, mamá.
Terminamos charlando por unos minutos más, hasta que apareció Arthur y tuve que acompañarlo a buscar a Greta para algo de su trabajo.

filmmaker » timothée chalametDonde viven las historias. Descúbrelo ahora