La introducción de la canción
Bad to the Bone de George
Thorogood sonando de fondo era
lo único que a Minghao le hacía
falta para complementar su
perfecta entrada de chico malo.La tonada rocanrolera iba, sin
rastros de error, totalmente a
juego con aquella chaqueta de
cuero que el omega optó por
colocarse encima de una camisa
oscura, la cual llevaba sin
abotonar los primeros botones,
dejando al descubierto una leve
fracción de su pecho. Lugar en el
que habitaban pequeñas marcas
violáceas, producto de Jun.Un jean negro completaba su
atuendo, uno lo suficientemente
ajustado para remarcar bien sus
largas y refinadas piernas. Unos
zapatos Gucci adornaban sus
pies, unos de los cuales se había
maravillado al segundo en el que
los vislumbró en aquel colosal
closet atiborrado de ropa que, al
parecer, era destinada a él. O así
le habían dicho.Mientras Minghao bajaba aquella
escalera de mármol con el
propósito de encontrarse con
Junhui, se imaginaba la escena
con dicha canción de fondo, tal
película de Hollywood. El
bajando en cámara lenta,
luciendo irresistible, con una
ligera brisa removiéndole apenas
un poco sus rizos, sacando de su
bolsillo unos lentes de sol y
colocándoselos como todo un
bad boy.Pero la perfecta escena que había
armado en su cabeza, donde el
era el protagonista, fracasó con
notabilidad. Su esplendida
presentación se fue al demonio
cuando pisó mal uno de los
últimos peldaños y perdió el
control del equilibrio.Y no, no resultó ser como en las
películas. Ningunos brazos lo
sujetaron salvándolo de
estrellarse contra el piso. Jun
no estaba para rescatar la fallida
escena ytransformarla en una
caída romántica. De esas que
luego terminan en un beso.Solo fue él encontrándose con la
dureza del piso.Aturdido, se levantó con rapidez.
Se acomodó un poco la ropa, y se
dispuso a fingir que nada había
ocurrido. Todo estaba bien.
Nadie había visto eso. Soltó un
resoplido y se paso una mano por
el pelo, echándole un vistazo a su
alrededor.Solo advirtió la presencia de una
persona a unos cuantos metros
de allí. Lo que aparentaba ser un
guardaespaldas aguardaba de pie
a un lado de una enorme y
singular puerta que, Minghao
supuso, era la entrada principal.Suspiró, apenado, sin siquiera
saber hacia dónde ir. Lo que a él
le habían dicho era que el joven
Wen lo estaría esperando abajo, mas no habían señales del alfa por allí. Únicamente se movió cuando el tipo junto a la entrada abrió la puerta y le indicó con un gesto de la mano que pasara. Lo estaba dejando salir. Afuera. Esa era su
oportunidad de escaparse.Sin embargo al salir todas sus
esperanzas de marcharse
libremente se esfumaron por
completo. El sitio tenía más de
doscientos metros de reluciente
pasto que era dividido por un
camino de asfalto que guiaba
hacia el portón de entrada. Un
portón que contaba con bastante
seguridad. Y Minghao solo podía
pensar en que era un tonto por
no haberlo supuesto.Bajo los peldaños del semejante
porche que poseía la mansión, y
a su derecha percibió un auto
negro estacionado y junto a este
estaba el alfa de ojos cafés con
un elegante traje hablando por
teléfono. No tardó en colgar cuando él lo vió.-iY esto? -fue lo primero que
mencionó Jun luego de
examinarlo de abajo hacia arriba
y viceversa.-Se le llama ropa -contestó
Minghao altanero, sin un ápice de
temor.-¿Y tu traje? -interrogó el alfa
molesto, casi gruñendo.-Oops, no lo traje -respondió
burlón, recordando que una de
las sirvientas le había dejado
claro que debía vestirse
formalmente. Pero el eludió la
zona de los aburridos trajes y se
encaminó por algo más cómodo.
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Sᴜʙʟɪᴍᴇ ᴅᴏᴍɪɴᴀᴄɪᴏ́ɴ ❦ ᴶᵘᶰʰᵃᵒ
Fanfiction𝐀𝐝𝐚𝐩𝐭𝐚𝐜𝐢𝐨́𝐧 - @lwtmysun Minghao, un delicado omega amante de las noches de descontrol, tendrá que renunciar a todo cuando Wen Junhui, un dominante alfa italiano, lo reclama como suyo en una fiesta que marcaría el inicio de un ardiente inf...