Capitulo 7

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Solo han transcurrido 20 minutos desde que se fue Katherine y han sido los más tortuosos, pensé que llamar a Lexi serviría de algo pero me equivoqué, ella simplemente habla y habla de los planes que tiene para estás vacaciones. Me está cansando ésto.

-¡Cierra la puta boca de una vez!- mi gritó resonó por toda la casa, tomando por sorpresa a Lexi- Estoy harto de que te la pases hablando de ti y de tu estúpido viaje, si te llamé no fue para entablar una conversación de amigos fue para follarte pero sabes que, ni siquiera me provocas
Al terminar de "hablar" con ella salí de la sala, necesito despejarme, necesito más que ésto.

Decidido a borrar a Katherine de mi sistema subí a la camioneta indicando a mi guarura a dónde dirigirse.

Solo hay un lugar al que puedo ir cuando Lexi no me sirve, Pecatto es de esos lugares que al entrar inundan tus fosas nasales a la deliciosa mezcla de alcohol y sexo, al entrar están los dos de seguridad y dos chicas desnudas con solo una capa roja tapando la parte trasera de su cuerpo en sus manos traen una caja, una de las cajas es de seguridad en la cuál colocas tus pertenencias y en la otra hay unos cuantos antifaces estos son para mantener tu identidad oculta, ya que los clientes más frecuentes de este lugar son políticos importantes, empresarios o hijos de magnates y una que otra esposa insatisfecha sexualmente.

En este lugar no existe el pudor ni la decencia, todo es pecaminosos por dónde lo mires, muchos vienen a cumplir una fantasía otros simplemente para esconder de la sociedad su orientación sexual, yo soy de los clientes frecuentes así que se a donde dirigirme, no me detengo.

En mi camino hacía la habitación neón puedo ver a un par de chicas juguetear entre ellas, una se ve a la perfección que es mayor que la otra, apuesto lo que sea a qué en su vida cotidiana es una esposa ejemplar y una madre pulcra, pero aquí simplemente es una mujer llena de deseo, sus ojos están inyectados de lujuria. Ver aquella escena me ha puesto muy cachondo ¡Joder! Pero creo que no soy el único, justo frente a ellas está un chico que no pasa de los 25 años, masturbándose mientras mira sin pudor al par de chicas tocándose.

Continuó con mi camino, por donde mires hay gente teniendo sexo o cumpliendo algún deseo fetichista. Llegó a la habitación neón y puedo ver a mi querida amiga desconocida, se ve tan jodidamente bien, además que no está sola, hay otra chica con ella. ¡Esto se va a poner de puta madre! El bulto en mis pantalones es más notorio y duele cada vez más mi miembro pide ser liberado de aquella ropa.

Al verme con aquellos ojos marrones la morena comienza a dirigirse hacía mí, moviéndose sensualmente, sus caderas se movían tan jodidamente sexis, al llegar a mí no perdió el tiempo comenzó a besarme y tocarme sin pudor, quitando mi ropa, acariciando el bulto entre mis piernas, su amiga decidida se unió al juego, mientras mi morena favorita me besaba, su amiga me hacía una mamada con su gloriosa boca, ¡Jo-der!. Era todo lo que necesitaba, levanté a la chica desconocida de ojos claros y tome de la mano a mi morena, en el techo de la habitación hay una reja de la cuál cuelgan unas cuantas esposas, coloco primero a mi morena y ordenó a la de ojos claros tocarla, ella siguiendo mis órdenes y guiada por su deseo comienza a besar a la morena mientras toca sus pezones, mete sus dedos a su boca y comienza a pasarlos por los pechos de la morena bajando por su abdomen llegando hasta su entrepierna.

-Hazle un oral- ordenó

La chica solo se limita a asentir, siguiendo mis órdenes se arrodilla frente a su compañera, poniendo sus piernas en su hombros, comienza a meter los dedos al interior de la morena, posteriormente con su lengua comienza a juguetear con su clítoris, resuenan por toda la habitación los gemidos de la morena, excitada, pidiendo más, sujetándose cada vez más fuerte de las cadenas.
Con mi mano bombeaba mi miembro frenéticamente, pero no era suficiente, quería más.

Diciéndome a ellas, tomé a la de ojos claros del cabello, hundiendo toda mi polla en su boca sin contemplaciones,vi los ojos de la chica llenarse de lágrimas y su garganta contrayéndose por la arcada que contuvo, continúe entrando y saliendo de su boca, mientras que con la mano que tengo libre masturbaba a la morena que tengo a lado, así mientras transcurría la noche pude perder el control cada vez más, sin temor a lastimar a nadie, solo placer y ya.

Al terminar nuestro encuentro comencé a vestirme para salir de ese lugar, después de todo este día de mierda tengo que descansar.

(...)

A la mañana siguiente todo mi cuerpo dolía, cómo si hubiese corrido una jodida maratón, no quería levantarme, mucho menos ir a la empresa pero el deber llama así que tome toda mi energía restante para levantar el trasero de la cama, me introduje a la ducha, dejando que el agua tibia arrase con cada músculo tensó, de pronto una despeinada Lexi aparece en mi campo visual, ella me besa con pasión tomando con su mano mi polla, bombeando de arriba a abajo, lentamente, de pronto sus ojos se conectan a los míos.

-Bebé, lo siento por lo de ayer, se que no estabas de humor, no la quería cagar, solo me emocioné de más, pero hoy lo voy a compensar- dijo mientras se iba arrodillando frente a mí, sin pudor ni autorización mete mi polla en su boca, lamiendo, succionando, se siente jodidamente bien, esto no es suficiente necesito follarla, la levantó y me poso entre su piernas, metiendo mi polla en su interior, entrando y saliendo cada vez más rápido, mis embestidas eran más fuertes, sus uñas se clavaban en mi espalda pero al abrir mis ojos solo pude ver a una indefensa Katherine ¡Oh mierda! Luce exquisita, sin pensarlo la besé tan apasionadamente.

-Eres tan hermosa- dije entre gemidos

Sin pensarlo me vine dentro de ella.

-¡Maldita sea, Kath!- joder, acabo de gemir su nombre ¿Que mierda me pasa?

Los ojos de la rubia que está frente a mí son un par de dagas.

-¿Quién coño es Kath?

-Nadie

-Si solo fuera "nadie" no estarías gritando su nombre en pleno orgasmo

-Te importa una mierda quién sea ella, Lexi, recuerda quién eres.- dije saliendo de la ducha

Maldita Katherine, ¿Que me has hecho?





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