El momento se tornó incómodo, el que nos viera Pilar en esta situación hace que Katherine esté nerviosa, después de unos minutos en silencio tomó aire y decido hablar con ella.
-¿Katherine estás bien?
-No, claro que no estoy bien, ¿Acaso no te das cuenta de la gravedad de ésto? ¡Tengo novio, estamos casi comprometidos y mi nana lo sabe! ¿Que crees que piensa de mi en estos momentos?
-Que te veías jodidamente bien así, desnuda- dije con picardía
-Lorenzo esto no es una broma, yo estoy con alguien y no puedo hacerle ésto
-¿Pero que mierda te pasa Katherine? Ese hijo de puta te trato como basura y dime ¿aún así piensas que merece respeto?
-Entiendeme Enzo, el es mi novio desde hace muchos años no puedo simplemente olvidar por todo lo que pasamos, todo lo que el me ha ayudado durante este tiempo.
-Ciertamente eres tonta-comencé a vestirme tenía que salir a toda ostia de este puto lugar, sentía que me asfixiaba, ¿Cómo es posible que ella no entienda que el no es bueno para ella?Pues tú tampoco eres perfecto querido Lorenzo.
Cállate puta consciencia, vete a la mierda, yo soy mucho mejor que ese niñato.Comencé a caminar por el enorme jardín, sintiendo toda la fría brisa de la noche colarse entre mis poros, saque un cigarrillo que tenía en mi bolsillo, necesitaba sentir la nicotina entrar a mis pulmones, lo puse entre mis labios y con el encendedor que me regaló mi madre lo encendí, inhalando el fumo comencé a sentir como mi pesadez se iba disminuyendo, cómo si el humo que expulsó por la boca se llevará todo mi jodido humor.
De pronto tomé entre mis dedos aquel encendedor con el nombre grabado de mi madre y el mío, recuerdo perfectamente el día que me lo regaló.
Flashback
Era 19 de diciembre mi cumpleaños número 12, mi madre cómo todas las noches desaparecia sin decirme nada, jamás supe a dónde iba o con quién estaba sólo recuerdo que a la mañana siguiente ya estaba en casa preparando el desayuno; mi casa era algo pequeña pero acogedora, la recuerdo a la perfección, contaba con dos habitaciones pequeñas en una dormía mi madre y en la otra yo, una pequeña cocineta, una mesa junto con dos sillas y un baño pequeño en el cuál sólo tenía un inodoro y una regadera. Mi madre trabajaba cómo sirvienta de una casa de millonarios pero realmente era poco lo que le pagaban aquellos ingratos, ella jamás se quejo de enfermedad o cansancio siempre tenía una sonrisa y un abrazo acogedor para ofrecerme. Desde que mi padre nos abandonó ella lidiaba con ambos roles, yo la admiraba por ello. Ese día 19 de diciembre mi madre me preparo por la mañana un desayuno que jamás olvidaré ya que era mi favorito, pan tostado con miel de abeja y una leche achocolatada, mi madre comenzó a apresurarse para llevarme al colegio, durante el día todo iba normal pero al llegar la noche mi madre me arropó cómo de costumbre, al llegar la media noche mi madre cómo siempre se escabulle entre las sombras para irse pero está vez fue distinto porque antes de salir dejo un pequeño encendedor a mi costado y un beso en mi frente, a la mañana siguiente la casa tenía algo distinto; mi madre no había llegado, era la primera vez que ella no estaba en la sala esperándome para desayunar pero decidí ir al colegio porque se que se molestaría si faltó a clases, así fue transcurriendo la mañana hasta llegar a la última clases ¡Al fin! Desde que salí de casa sin ver a mi madre me quedé inquieto, así que me apresure a llegar a casa. Al abrir la puerta noté que el lugar está tal cual como lo deje en la mañana, su uniforme se encuentra tendido en una silla junto a su cama, mi madre no ha llegado y eso no era normal. Salí de mi casa para buscar en el barrio, preguntar si alguien la había visto pero seguía sin éxito alguno, era cómo si se la hubiera tragado la tierra ¿Dónde estás mamá? El miedo comenzaba a invadirme, no me quedaba más opción, tengo que ir a la comisaría.
-Hola, buenas noches señor.
Hablé con un hombre de muy mala cara que se encontraba en la entrada.
-¿Qué quieres crío?
-Mi madre está desaparecida, desde anoche no ha llegado a casa
-No te preocupes, quizá solo se fue de fiesta
-No, mi madre no es así
-Mira crío no tengo tiempo para ésto, hay caso realmente importantes, así que hazme el favor de irte.
Salí de ese maldito lugar, si la policía no me ayudaría tenía que encontrar a mi madre. Regrese a casa y seguía igual, en mi corazón sentía un vacío y una necesidad de seguir buscando pero también se que tengo que comer algo y descansar para mañana continuar con la búsqueda.
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Somber
Teen FictionEra diciembre y como todos los años el sol solo iluminaba los caminos, mientras el frio se apoderaba de los cuerpos en especial del mío, era mi única compañía, el destino se ha empeñado en joderme la vida una y otra vez, hace 10 años atrás en estas...