Capitulo 10

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Para fortuna de Nisha, los Potter decidieron ignorarla por completo desde ese día de compras.

Finalmente, después de una larga espera, el día 1 de septiembre, llegó. El día en que Nisha tomaría el tren a Hogwarts, el día que daría comienzo a su venganza.

El día comenzó con Aesira, sorpresivamente, muy emocionada. La dragona despertó a Nisha y Ekanta al saltar sobre la cama, cosa que la joven bruja encontró tierno; considerando que Aesira tenía casi ocho años. Después de que Nisha le asegurara que no se iba a volver a dormir, se dirigió al baño para hacer su rutina matutina. Al mismo tiempo que Aesira molestaba a Ekanta para que no se volviera a dormir.

La pelinegra decidió usar un vestido celeste similar al que usó el día que fue a comprar sus útiles. Cuando ya encontró que se veía decente, entró a su baúl para revisar que todo estuviera en orden y se le quedara nada.

"Okeyy" Nisha suspiró, mientras señalaba a la serpiente y la dragona. "Ustedes dos, prefieren quedarse dentro del baúl o ir escondidas entre mi ropa?" Les preguntó.

|~ Contigo~| ~ contigo~ Dijeron al unísono.

"De acuerdo, súbanse"

Segundos después de que Nisha dijo eso, ya tenía a Aesira detrás de su cabello y a Ekanta envuelta en su brazo. Después de asegurarse de que ambas no se veían y qué tampoco se caerían, salió del baúl. Con un siseo de Ekanta, ella recordó revisar la hora, y menos mal que lo hizo, ya eran las diez de la mañana. Rápidamente tomó su baúl y bajó las escaleras lo más silenciosamente posible, solo para ver que todos los que estaban en el salón estaban vueltos locos haciendo el baúl de Harry, ya que no lo había hecho el día anterior, dejándolo para última hora como siempre.

"En cuanto partimos a King's Cross?" Preguntó como si no pudiera ver que estaban corriendo

"Ahora" Black respondió a los cinco minutos.

"Ve tu primero" Le gritó Lily, mientras le entregaba polvos flu.

"Andén nueve y tres cuartos!" Exclamó, ya dentro de la chimenea.

Rápidamente salió de ahí, y se dirigió al tren con su baúl. Mientras más caminaba, más la miraban. Las personas a su alrededor no tenían idea quién era, comúnmente pensarían que es una nacida de muggles, pero su lenguaje corporal y ropa decía otra cosa. Ella caminó tranquila, pero a la vez firme hasta un compartimiento dentro del tren.

La joven bruja buscó un compartimiento vacío en la parte final del tren, con la esperanza de que con eso no la molestaran. Con un movimiento de varita, ella puso su baúl en su lugar; para luego dejar salir a sus familiares. La chica no estuvo ni dos segundos sentada, y ya tenía a Ekanta y Aesira en su regazo. Ignorando a ambas criaturas, comenzó a leer un libro sobre aritmancia; ella solo logró estar así quince minutos antes de que interrumpieran en su compartimiento.

Ella notó a tres chicas, la primera tenía piel pálida con ligeras pecas y con un corte de cabello estilo bob, la segunda era de cabello castaño y con una tez ligeramente morena, y la última tenía cabello rubio y piel pálida. Ella notó que la rubia tocó la puerta para luego abrirla de todas formas.

"Disculpa, sería mucha molestia si nos sentáramos aquí?" Preguntó, educadamente, la misma bruja que tocó la puerta.

"No, no es ningún problema. Adelante." Las invitó a pasar, dándoles tiempo para que se acomoden.

"Mi nombre es Pansy Parkinson" La chica de cabello negro se presentó. "Heredera de la casa Parkinson"

"Yo soy Tracey David" Habló la castaña. "Heredera de la casa Davis"

La Potter olvidadaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora