𝑨 𝒅𝒂𝒚 𝒊𝒏 𝒕𝒉𝒆 𝑨𝒇𝒕𝒐𝒏 𝒇𝒂𝒎𝒊𝒍𝒚 | 𝙁𝙉𝙖𝙁 𝘼𝙐

Poner un alto

Las cosas habian marchado bien para todos durante los ultimos meses. William y Henry disfrutaban felizmente de su vida de casados, a los chicos les iba bien en la escuela y Michael no se habia tratado de lanzar por la ventana debido a toda la carga de trabajo que la universidad le dejaba.

Las cosas laboralmente igual estaban mejorando para William, logro convencer a nuevos inversionistas para que apoyaran a su compañía y actualmente trabajaba en una colaboración con otra empresa para poder lanzar al mercado dicho proyecto.

Lastimosamente no todo puede ser miel sobre hojuelas.

Afton se volvio ¿Socio? ¿Compañero? De una joven dama de la compañía con la que estaban colaborando. Aunque medio mundo podia notar claramente que las intenciones de la chica eran otras para William fue una cosa que paso por alto.

William estaba acostumbrado a que lo tratasen de forma ¿Cariñosa? ¿Coqueta? No sabia ponerlo en palabras simples por lo que desde su punto de vista era algo normal. Debió de empezar a replantearse que tan normal era la situación cuando Scott se tomo el tiempo de decirle en más de una ocasión que le pusiera un alto a la chica.

Y para como es Afton eso fue lo unico que no hizo.

...
Afton y Emily estaba conversando de todo y nada aprovechando esos momentos en los que sus hijos no estan en casa. Los amaban más que a su vida pero también agradecían el hecho de tener tiempo a solas.

William estaba lavando los platos mientras Henry acomodaba la despensa. El celular de William descansaba sobre la mesa para evitar mojarlo así que cuando este sono varias veces indicando que le habian llegado varios mensajes dirigió su vista a su esposo.

—¿Puedes revisarlos? Me iban a confirmar la hora para la proxima reunion— Y siendo francos odiaba hacer esperar a la gente por una respuesta.

—Claro— Henry dejo las cosas de lado y se acerco a la mesa para tomar el celular de su pareja. No era la primera vez que leía los mensajes por él después de todo.

Pero, oh sorpresa, si fue la primera vez en que los mensajes le sacaron un suave gruñido por la molestia.

—¿Qué ocurre?— Lo primero que le paso a William por la cabeza es que Clara le habia enviado algún mensaje. Tomo el trapo para poder secarse las manos.

—¿Quién es ella?— Interrogo Henry de inmediato. No era celoso, lo juraba por Dios, pero si fue incomodo leer los mensajes.

Afton se acerco a ver la pantalla de su celular y ver los mensajes que marcaba la barra de notificaciones. De nueva cuenta él no vio nada malo.

—Una compañera del trabajo— Respondio con tanta simpleza que solo hizo que Henry se molestará aún más.

—Y si es solo una compañera ¿Por qué te trata así?— Dejo el celular de William en la mesa, obviamente no pensaba dañar nada que fuera propiedad de su pareja.

—No lo se. Cayó ante mis encantos— Afton se encogió de hombros reprimiendo una risa. El tema recién empezo a tomarlo con seriedad cuando noto la molestia en su esposo. —Henry, me conoces ¿Crees que yo voy a andar pidiendo que me traten así? ¿Por quién mierda me tienes?

—Ese es el problema William, que te conozco— Tanto para bien como para mal. —Y se que por menos pusiste limites en tus ¿Conquistas? ¿Ligues? Lo que fueran para tí, ¿Por qué no poner limites ahora que estas casado?

Lo que para Henry era solamente incomodidad para William fue una muestra de desconfianza que le dolio hasta lo más profundo de su jodida alma.

—Yo pongo mis limites, no tengo la culpa que la gente no los respete— ¿Por qué le habia dolido tanto la frase “te conozco” si muchas veces se la habia dedicado con anterioridad?

—Si, la tienes— Emily no queria molestarse pero las cosas no estaban siendo faciles. —Repito. Por menos te vi poner limites claros, ahora que estas casado ¿Qué mierda te impide ponerlos? ¿Tan difícil es para ti ir en serio con algo una puta vez?

Fue un comentario salido a base de la molestia y la incomodidad. Un comentario que termino por presionar ese pequeño botón que existian en William que arriba tenia un letrero con un texto que citaba: “No dejes que te lastime”.

—¿Tú tambien empezaras con esa mierda? Contigo yo voy jodidamente en serio ¿Realmente dudas de mis sentimientos por ti por unos putos mensajes?— “William respira, por favor”.

Henry no le respondió nada, cosa que solo hizo enojar mucho más a William.

—¿No crees que si quisiera engañarte lo hubiese hecho y ya?— “William callate”.

—¿Y qué me garantiza que no lo hayas hecho ya?— “Henry sabes que él no es así”.

Y aunque muy dentro suyo habia una voz que les pedia a gritos que pararan no lo harian tan fácil. Henry podria ser un santo la mayor parte del tiempo pero estando verdaderamente molesto tiraba a matar y en el caso de William cuando se sentia amenazado es que terminaba volviendose el hijo de puta que medio mundo conoce.

Pero por Dios que ninguno buscaba lastimar al otro con sus palabras. Aún así tampoco se detuvieron a pensar lo que decían y el daño mutuo que se estaban causando.

—Si realmente te fuese a engañar no seria tan idiota como para dejar los mensajes en mi celular. Que tú seas incapaz de ver la realidad por tus jodidos celos no es mi pendejo problema

—Es cierto, soy incapaz de ver la realidad. De hacerlo me hubiese dado cuenta de la mierda que eres y jamás hubiese aceptado estar contigo en primer lugar pero la lastima es increíble ¿Verdad?

Después de ese comentario de parte de Henry hubo un silencio total. William no supo que responder y sabía que tampoco tenia el derecho de hacerlo.

“William, le dejaste muy en claro que serias capaz de engañarlo”
“Henry, acabas de decirle que estas con él por lastima y no por amor”

¿Ahora como mierda planeas arreglar esto?

Si bien las ideas de ambos estaban centradas en que debian relajarse y disculparse eso llego demasiado tarde, el daño ya estaba hecho.

—Si solo por eso me aceptaste ¿Entonces por qué sigues aquí?— La voz de William estaba temblando, sentia un nudo horrible en su garganta.

—¿Y tú planeabas ir en serio conmigo u solo fuí una más de tus aventuras?— Henry estaba a nada de romperse a llorar.

A pesar de todo, ninguno fue capaz de responder.

...
Cuando los chicos llegaron sintieron el ambiente bastante tenso, por más que sus padre trataran de disimular que nada estaba pasando ellos sabian que eso era una vil mentira.

Pero ninguno tenia el valor de preguntar que habia ocurrido, era como si la armonía que durante años habían construido se hubiese roto de un día para otro.