El sol de media tarde entraba entre las ventanas de la sala de reuniones del castillo de Bright Moon. Glimmer estaba mareada y débil, el embarazo ya estaba suficientemente avanzado como para que el bebé comenzará a requerir magia para formarse, como toda la familia real. Lo tenía claro desde que empezaron ella y Bow a buscar un bebé, no era nada terrible, porque su conexión con la Piedra Lunar cubría gran parte del esfuerzo, pero era la primera vez que sucedía, así que estaba pasando por un episodio de cansancio en el que, si se quedaba quieta mucho tiempo, se quedaría dormida.
Estaba sentada hacia el lado en la silla que le correspondía del salón, frente a la ventana, mirando a la nada mientras intentaba mantenerse despierta, cuando sintió que la puerta que estaba junto a ella se abría.
― ¿Estás bien, Glimmer? ― dijo Bow luego de entrar y admirarla unos segundos. Sabía que esto sucedería en cualquier momento, ya eran casi 3 meses de gestación, así que él entendía lo que estaba sucediendo ― ¿Te quieres recostar?
―No, Bow, muchas gracias― contestó ella mientras lo llamaba con su mano. Una vez que estuvo cerca, entrelazaron sus dedos y él se sentó en la silla que estaba a su lado, mirándola de frente.
Bow sonrió ampliamente. Estaba contento con la idea de ser padre, y estaban bastante seguros de que el peligro de los primeros meses ya había pasado, así que pronto darían la noticia. Habían decidido que no se apresurarían en contarlo tampoco, para disfrutar el momento con un poco más de privacidad, pero también les hacía felices poder decírselo a sus amigos.
―Quiero caminar, ¿me acompañas? ― dijo ella de pronto, poniéndose de pie con algo de cuidado, por la pereza que sentía.
―Claro, vamos― contestó su esposo, ahora rey, mientras se paraba y le ofrecía su brazo a Glimmer para que se afirmara.
Era raro que ella quisiera caminar, considerando que teletransportarse era su cosa favorita en el mundo, pero seguramente estaba muy cansada como para hacer magia en ese momento. Probablemente en un mes o dos ya podría conjurar unos cuantos pares de hechizos otra vez.
Pasearon por el castillo a pasos tranquilos, llegando al camino que conducía hacia la Piedra Lunar. Subieron a pie hasta allí, donde se sentaron en sus tronos, volteándolos para poder ver cómo el sol comenzaba a esconderse mientras ellos conversaban amenamente de su día y de cosas que apreciaban en el paisaje.
―Bien, creo que volveré al castillo, amor― dijo Glimmer, volteando su trono, aunque el atardecer aún no terminaba.
― ¿Qué sucede? ― exclamó extrañado Bow, aunque curioso a la vez
―Será cosa del embarazo, pero me pica el sol― contestó ella, riendo.
Ambos soltaron varias carcajadas por lo ridícula que les pareció la situación, pero volvieron juntos al castillo.
―Iré a buscar unos artefactos nuevos que dejé en el laboratorio― dijo él cuando estuvieron en la entrada. Su cara delató que se sentía un poco afligido por dejarla sola, pero Glimmer ya se sentía mucho mejor así que con un beso en los labios se lo hizo saber.
La reina se dispuso a recorrer a pasos calmos el primer piso del castillo, para llegar a la escalera que la conduciría hacia la segunda planta. No se detuvo, pero se preocupó de contemplar concienzudamente muchos de los detalles de la decoración del lugar y decidió que algunas plantas no le gustaban y que la tela de las cortinas se estaba percudiendo por el sol. Cuando estaba llegando a la mitad de su recorrido, escuchó como Catra estaba peleando en voz baja consigo misma.
La puerta no estaba completamente cerrada, por lo que podía escuchar "esto es increíble, me desespera que no tenga idea de los costos de llenar de cristales luminiscentes el mercado" con mucha claridad, mientras el violento vaivén de una pluma sobre el papel secundaba la oración y los gruñidos. Glimmer sonrió, Catra era una persona completamente diferente, pero eso no quitaba que fuera tremendamente malhumorada y cascarrabias.
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Instinto Magicat
RomanceAlgo cambió en Catra cuando supo que su amiga, Glimmer, estaba embarazada. Beta: @AnikaDragneel