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~Stephen~

Mi lobo esta furioso, intentaba tranquilizarlo, a pesar de que es consciente de que aún nosotros no la conocíamos cuando estuvo con ese chico eso no quita que sienta los malditos celos, aunque me duele estaré siempre aquí para ella.

- Sinceramente solo quiero que mi hija sea feliz - dijo mirándome - Levana está muy bien conmigo y mi hermano, nunca ha preguntado por su padre y eso es algo que agradezco mucho - agachó la mirada - No sabría que decirle.

- ¿Por qué nunca le dijiste que tenían una hija? - necesitaba salir de esa duda.

- ¿Por qué? Siempre dude, cada vez que pensaba en decirle lo dudaba - dijo - No tenía el apoyo de mis padres - me dio una sonrisa triste - Tenía miedo que él tampoco me apoyara, así que decidi que lo mejor era mudarnos - levantó la mirada - nos mudamos aquí, seguí adelante - sonrió - Estudio, estoy a punto de graduarme, tengo un excelente trabajo y mi hija es feliz, ¿Qué más puedo pedirle a la vida?

- Me alegro que estés bien, pero creo que ese imbécil debería saber de la niña - se río por la forma en que llame al padre de Levana - Y creo que te falta algo en tu vida... - mi miró, esa mirada que transmite sensualidad y dulzura al mismo tiempo - un hombre que te ame - acaricie su mejilla con mis nudillos - sonrió nerviosa.

- Eso paso cuando ambos estábamos ebrios, cualquiera tendría dudas respecto al embarazo - dijo ocultando un mechón de cabello detrás de su oreja.

- Lo conocías - me miró - deberías haber sabido si te apoyaría o no, deberías haberle dado una oportunidad y escuchar su respuesta.

- Era un compañero del instituto, mi novio, sus padres iban hacer lo imposible para que no se haga responsable del bebé - dijo - estaba segura que él me apoyaría y me ayudaría en todo lo necesario pero sus padres... ellos me detestan, siempre pensaron lo peor de mí.

- Entiendo - suspiré - Si algún día lo vuelves a ver, ¿se lo dirías?

- No lo sé, tal vez... no lo tengo claro.

- Bueno ya no te preocupes, ahora tienes a tu hermano, amigos que te cuidan y te apoyarán siempre - le sonreí - además ahora también me tienes a mí.

- tienes razón - me devolvió la sonrisa.

- ¡¡Mami!!- vimos a la pequeña Levana acercarse - Lobito nos ha de extrañar - hizo puchero, me vio de reojo, yo solo le sonreí.

- Pero hoy no podemos ir a verlo - dijo Amara cariñosamente - iremos mañana.

- Lo sé, porque no lo traemos a vivir con nosotros - me sorprendió que dijera eso.

- No podemos hermosa, el lobito debe vivir en el bosque - Levana hizo puchero.

- ¿Y si lobito quiere venir con nosotras? - preguntó

- No lo creo princesa - frunció el ceño y se fue - ya se molestó.

- Lo noté - me reí por el carácter de la niña.

El resto de la fiesta transcurrió de lo más normal, baile un poco con mi Luna y con mi princesita también. La estábamos pasando de maravilla, solo quería que este día nunca acabe y seguir teniendo a mi mate en mis brazos, mientras disfrutaba del ambiente que había, mientras disfrutaba de mi Mate y mi princesa.

(...)

Ya era de noche y la mayoría de los invitados se estaban retirando a sus casas, nosotros debíamos irnos igual.

- Stephen ya es hora de irnos - Emily se la notaba cansada, asentí - ¡Amara! - ella se acercó a nosotros - Ya nos tenemos que ir...

- Pero ya es muy tarde... pueden quedarse aquí si desean - Emily me vio y yo asentí, mientras más cerca tenga a mi mate mejor.

MI MATE  MI TODO ✔ (sin corregir) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora