XVI

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Eran las 21:13 y el teléfono de Ten seguía sonando, aún no regresaba a casa y no tenía el valor para hacerlo luego de escapar infantilmente a cualquier lado de la ciudad, estaba en un parque, no sabía cual pero estaba seguro que era muy lejos de donde vivía.

Abrazaba sus piernas con algo de fuerza por el frío de la noche, estaba a mitad de otoño y pronto vendría el invierno, la ropa que tenía no era suficiente.

Cortas lágrimas seguían saliendo de sus ojos al comerse la cabeza solo mientras le daba la vuelta a las cosas, no sabía que era una persona que pensaba de más al punto de hacerse daño hasta ese momento y a pesar de querer parar no podía, no podía dejar de pensar en todo y nada al mismo tiempo, darle la vuelta a la página y leer lo mismo que lo llevó ahí.

Su celular volvió a sonar y automáticamente miró la pantalla, no era Johnny, era YangYang.

"ㅡ¿Yang?
ㅡ¡Ten maldita sea! ¿dónde demonios te fuiste? ¿sabes qué hora es? ¡Lucas estuvo a punto de llamarle a la policía!
ㅡ¿Lucas?
ㅡDeberías ver a Johnny, le habló a la mitad de la compañía para saber si estabas con alguien y cuando anocheció empezamos a buscarte como malditos locos, ¿dónde estás?
ㅡUhm... En un parque.
ㅡ¡Excelente! mándale tu ubicación a Yuta y no se te ocurra moverte de ahí o voy a cortarte la garganta"

Ten escuchó el corte abrupto de la llamada y miró la pantalla de nuevo, había demasiadas llamadas perdidas y no hablemos de los mensajes en su buzón de entrada, terminó por ignorar todo y sólo hizo caso mandándole su ubicación a Yuta.

Pasaron tal vez treinta minutos y miró un auto estacionarse un poco más allá, salió una persona y pudo deducir que era el japonés, venía solo.

ㅡHey. —le saludó con una sonrisa.
ㅡHola...
ㅡ¿No tienes frío? 

Yuta no esperó su respuesta y se sacó el saco de encima para ponerselo sobre los hombros, acción que avergonzó ligeramente a Ten.

ㅡDios que lindo, rezaré para que hoy no termines siendo novio de Johnny y pueda robarte del país.

Una risilla se le salió a Ten cuando lo escuchó hablar, negando un par de veces en contra de ese plan.

ㅡ¿Cómo está Johnny?
ㅡMejor, cuando Yang nos avisó que habló contigo abandonó el plan de hablarle a la mafia para buscarte.

Ten asintió ligeramente a sus palabras, levantándose entonces de la banca para caminar a su lado, subieron al auto y Ten agradeció tener calor otra vez.

ㅡ¿Estás molesto conmigo, Yuta?
ㅡ¿Yo? ¿por qué debería?
ㅡHace rato Yang sonaba realmente molesto, creí que lo estarías también.
ㅡEse enano no sabe demostrar otra emoción que no sea molestia, no te lo tomes personal, le grita a todo el mundo incluso cuando está muy preocupado.

Ten sintió un ligero alivio en el pecho cuando Yuta le respondió, el de cabello rojo le transmitía siempre una vibra agradable que le hacía sentir tranquilo fuese la situación que fuese.

No pasó mucho tiempo y llegaron a su edificio en donde pudo visualizar a Johnny justo en la entrada, haciendo que los nervios le llegaran otra vez.

ㅡSal, quiere verte.
ㅡGracias por traerme.
ㅡPodrías agradecerme con un beso, yo siempre soy así de amable.

Ten soltó una carcajada y sólo para burlarse de él se acercó lo suficiente para darle un beso en la mejilla, luego procedió a salir del auto.

Miró el auto de Yuta irse y caminó directo a la entrada donde Johnny ya lo esperaba, estaba obscuro por la noche y apenas por el alumbrado de la calle pudo ver su rostro, sus ojos estaban hinchados y creía saber por qué.

Between flowers and towers [JOHNTEN]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora