Between flowers and towers [JOHNTEN]

XX

ㅡFue un error.
ㅡ¿De qué hablas?
ㅡFue un maldito error.

Mina, Seulgi, Yoona y Sunny miraban a Ten quejarse mientras tomaba asiento para que lo peinaran, había llegado adolorido al trabajo por la noche anterior y no tuvo de otra más que contarle a sus amigas el por qué.

ㅡOh vamos, no fue un error. —se burló Yoona— Más de la mitad del estudio quisiera estar como tú ahora.
ㅡPues ojalá ellos sientan lo que yo estoy sintiendo ahora.

Los cinco jóvenes rieron inevitablemente por la conversación tan absurda que estaban teniendo, mientras que en el estudio un Johnny brillante asustaba al resto de sus compañeros.

ㅡDiablos Seo, tu rostro por fin dice que te dieron una buena noche.

Yuta fue el único que se animó a molestar al alto, había dejado su cámara sobre los escritorios y se acercó a husmear en el portátil del otro para saber por qué sonreía tanto.

ㅡSólo estás viendo tu fondo de pantalla, vamos al menos finge que miras algo mientras sonríes como idiota.

Johnny lo hubiese golpeado y muy duro, pero no tenía ganas, ni el odioso Yuta le podía cambiar el estado de ánimo que traía ese día.

ㅡHey, Yang regresa hoy, trabaja con él y yo tomo a Mina para su campaña nueva. —habló Yuta.
ㅡBien. —aceptó Johnny.

Y el día corrió como cualquier otro.

A las 18:12 horas, Ten se encontraba estampado contra la puerta de entrada mientras Johnny se encargaba de embestir su cuerpo rápidamente y a la vez tener que besar sus labios para que no hiciera tanto ruido cerca del pasillo del edificio.

El alto no tardó ni un minuto en tomar el cuerpo de su pareja cuando recién llegaron del trabajo y podía jurar que se podía quedar ahí el resto de la tarde: pegado al trasero de su novio.

ㅡJ-Johnny... Es suficiente por favor...

El alto entendió que su pareja había terminado y decidió darle un respiro bajando su cuerpo gentilmente al suelo otra vez, dejando a un agitado Ten recargado de la zapatera mientras recuperaba aire.

ㅡDime por favor que no será así diario. —rogó Ten.
ㅡ¿No quieres? —preguntó Johnny, pero no en reclamo, más bien como un niño pequeño que rogaba no fuese así.

Ten miró sus ojos brillantes y no podía entender por qué la obsesión de Johnny por tener sexo a todas horas, ese mismo día por la mañana antes de ir al trabajo lo hicieron y podía notar las miradas poco decentes que le lanzaba durante la sesión de trabajo, es como si le hubiese echado fuego al bosque.

ㅡIré a bañarme.
ㅡYo voy contigo.
ㅡ¡Bien! pero no intentes nada en la ducha.

Johnny jamás prometió eso.

Al siguiente día, cerca de las 14:46 horas, Johnny y Ten se estaban preparando para ir al cine debido a que tenían ambos un día libre, no creían mucho en eso de festejar cada mes de su relación, pero les pareció buena idea al menos festejar que ya llevaban un año de haberse conocido.