Capitulo 2 🔞📞

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Namjoon odiaba su trabajo, era una tortura para él pasar 8 horas encerrado en ese lugar contestando llamadas y hablando con viejos verdes.

Sin embargo no era opción hacerlo o no, ya que pagaba sus facturas y además el horario nocturno le daba la oportunidad de seguir estudiando durante las mañanas.

Quizás sus horas de sueño se veían gravemente afectadas, pero nada importaba cuando en un par de años pudiera ser al fin un ingeniero industrial y pagar cómodamente el colegio de Jungkook y todos sus caprichos.

Con la crisis económica varías personas habían perdido sus empleos, comenzando por él que era un simple camarero de un bar.

La baja en los sueldos y el aumento de la cesantía obligó a las personas a dejar los lujos a un lado y obviamente eso incluía beber fuera de casa, los que aún conservaban sus empleos, ahorraban "en caso de" y por ese motivo los primeros en cerrar fueron los bares y restaurantes.

Namjoon se había visto en aprietos por dos meses tratando de conseguir trabajos de medio tiempo en la construcción o donde fuera, pero la crisis era como un efecto dominó y el sector inmobiliario también se había visto afectado. Podían verse las obras de construcción con enormes filas de hombres que llenaban cuadras desde las seis de la mañana, rogando por un trabajo para por lo menos poder comprarles pan a sus hijos.

Y Namjoon era un joven torpe de 20 años sin ninguna experiencia.

Cuando había perdido las esperanzas y se había acabado incluso el último saco de arroz, vio un aviso en el periódico con una escueta descripción.

«Se necesita joven (hombre, requisito excluyente) con buena voz para central telefónica, turno nocturno, renta por sobre el promedio en el mercado»

Las pequeñas letras brillaron ante los ojos de Namjoon como una señal de esperanza, ya no podía seguir diciéndole a su hermanito que había comido en la universidad y no tenía hambre, porque ya ni siquiera tenía lo suficiente para alimentar a Jungkook, además su cuerpo se estaba viendo afectado por ese ritmo de vida, sus costillas eran notorias incluso cuando estaba sentado.

Sin esperar tomó las únicas dos monedas que guardaba en el bolsillo de su pantalón cargo y fue hasta la cabina telefónica más cercana para llamar, cruzando los dedos y rogando que el puesto se encontrara disponible.

Eran las 11 de la mañana de un nublado día jueves cuando una señorita con un marcado acento extranjero le decía que podía presentarse para una entrevista ese mismo día a las 4.

Al llegar al lugar, se encontró con una castaña de ojos verdes que vestía jeans de pierna ancha y una camiseta ajustada fucsia neón, un atuendo bastante "inusual", por llamarlo de alguna forma. Fue ella misma quien lo guió hasta la oficina del Sr. Cooper.

Patrick Cooper era un empresario visionario de nacionalidad estadounidense, el hombre era alto, por lo menos 5 centímetros por sobre Namjoon, que no era precisamente bajo.

Al hombre le costaba un poco comunicarse y Namjoon lo ganó en el momento que comenzó a hablar en inglés.

Patrick le contó que Corea era tan hermético y tradicionalista, pero que al final las necesidades mundanas eran las mismas que en todas partes y varios hombres estaban deseosos de al menos escuchar una voz grave que los hiciera llegar al orgasmo para después seguir fingiendo ante la prejuiciosa sociedad de los 90. Le dijo también que tenían que aprovechar el momento, ya que el negocio no duraría tanto, él ya se estaba preparando para la llegada del nuevo milenio, donde aseguraba que en diez años la mayoría de las personas comunes tendrían acceso a un computador con internet en sus casas para descargar todo el porno que quisieran o mostrarse el pene por cámaras de baja calidad.

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