—¿N...nos esperan?- pregunté nerviosa.
—Así es...- sonrió —mi madre le dijo a mi hermano que me llamara- beso mis labios.
—¿Y ellos saben que tú... y yo?- a quien engaño, ni siquiera yo se que somos Jaeden y yo.
—¿Que tu y yo qué?- me preguntó apegándome a su cuerpo levantando pícaramente sus cejas.
—....que tu y yo...- eran notorios mis nervios y Jaeden parecía disfrutarlo —nos llevamos... 'bien' - le dije riendo.
—Mmm...- dijo riendo —solo mis hermanos saben lo mal que me tratas...- curvo sus labios hacia abajo mientras ponía cara de cachorro abandonado —¿Lo mal que te trato? - abrí mis ojos como platos.
—Bueno me tratabas...- dijo riendo mientras tomaba mi mano para guiarme hacia la puerta.
—Jaeden... yo creo que será mejor que no vaya...- le dije mirando hacia abajo —¿Por qué?- me preguntó deteniéndose para mirarme.
—No lo sé...- reí tímidamente
—Hermosa... solo es una cena-lo abracé acomodando mi cabeza en su pecho —mis hermanos se mueren por conocerte...- levantó mi mirada —y mis padres no saben de nuestro mal comienzo y tampoco del 'avance'- me dijo riendo —pero si no quieres ir... está bien no iremos- caminamos y me abrió la puerta del auto.
—Jaeden...- alargue mientras entraba al auto, ya que si no iba yo, él no tenía porque no ir.
—Si tú vas yo no voy...- me dijo cerrando la puerta para después rodear su auto y subir de lado del piloto —anda... vamos, cenamos y nos regresamos- me dijo tomando mi mano.
—Está bien...- acepte y me regalo una hermosa sonrisa.
—Vas a ver que te caerán bien...- dijo emocionado mientras comenzaba a conducir.
—¿A qué parque iremos?- le pregunté.
—Ya verás...- me dijo mientras volteaba a verme y luego regresaba su mirada al camino.
Despues de unos minutos llegamos a un gran parque de diversiones, el estacionamiento estaba abarrotado.
Pero afortunadamente encontramos un lugar.
Estaciono el auto y bajamos.
Volteé hacia arriba, había atracciónes enormes.
Comencé a sentir un cosquilleo en mi estómago a causa de los nervios. Volteé a ver a Jaeden, quien miraba con emoción. Me miró y sonrió.
—Asombroso ¿cierto?- me dijo con una sonrisa de oreja a oreja, lo abrace. Me producía tanta ternura.
—No tanto como tú...- me tomo de la cintura aferrándose a su cuerpo para luego unir nuestros labios —vamos...- le dije entrelazando nuestros dedos para luego comenzar a correr hacia la taquilla.