Auto

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Su cercanía me ponía demasiado nerviosa más aun así no se lo demostraría, se acercaba mas y mas, pero cambio el rumbo, ahora se dirigió a mi cuello, ahora sentía que la húmeda respiración acariciaba mi cuello, subió hasta mi oído con esa agobiante lentitud. Me deje llevar por el momento y cerré los ojos.

-Te quedas sin auto... - me susurro sensualmente.

Abrí rápidamente mis ojos, para guardar las llaves que aun traía en mis manos, pero actuó mucho mas rápido y me las quito de las manos.

-¡Eres un imbécil!- le grite molesta

-Hey... hey...pórtate bien y tal vez te lleve- levanto una de sus cejas y sonrió victorioso.

-Me las vas a pagar Jaeden...- le dije mas que molesta mientras seguía subiendo escalones.

-Hay sí que miedo...- dijo sarcásticamente para luego atacarse de la risa.

Entre en mi habitación -¡No lo soporto!- grite en mi interior. Después de un rato me tranquilice y decidí llamar a Soph.

-¡Es que no entiendo porque lo escogieron a él!- le dije desesperada.

-Es simple Tn...- me dijo obvia mas yo no lograba comprender
-Si contrataban a alguien serio y tranquilo ¡no aguantaría nada de lo que le hicieras o dijeras!- me explico -Pero a lo que tú me cuentas, el carácter de él es muy parecido al tuyo- podría ser que tuviera razon, pero aún así no me daría por vencida.

...

Nuevamente me levante por los insistentes golpes de Jaeden en la puerta.

-¿Esto va a tener que ser todos los días?- me cuestiono retóricamente.

Simplemente lo ignore, me puse de pie y como todos los días hice mi rutina, lavar mis dientes, ducharme y vestirme.

Deje mi cabello suelto, permitiendo que se formaran ondas en el, tome mi mochila y baje las escaleras.

-Dame mis llaves...- le dije cuando lo vì sentado en un lado de la barra de la cocina.

-¡Ja! ¡Ja!- río sarcásticamente -¿Por qué tengo que hacer lo que tu digas, si tu no me obedeces?

-Solo damelas si...- le contesté.

-Nop...- me dijo sonriente.

-Entonces no voy...- levante una ceja y camine de regreso a las escaleras.

-Claro que si iras...- escuche sus pasos detrás de mi -Yo te llevo...

-No gracias...- le dije sin voltear a verlo.

-¡Eres una niña chiflada!- me dijo molesto, al escucharlo me di media vuelta para verlo de frente y reí.

-...Una niña chiflada que no se ira sin su auto...- me senté en un escalón.

Soltó una carcajada -¿De verdad crees eso? -me dijo risueño mientras yo solo me limitaba a tratar de averiguar lo que planeaba.

Se acerco rápidamente a mí, en cuestión de segundos me llevaba en su hombro derecho.

-¡Que te pasa!- le grite histérica -¡Bájame ahora!- le ordene mientras pataleaba y golpeaba con mis manos su espalda. Aunque no podía verlo sabia que se estaba riendo.

-Si sigues golpeándome ambos caeremos...- me dijo tratando de controlar su risa.

-¡No! ¡Tú vas a caer cuando me sueltes

-Entonces no te soltaré...- me dijo cuando llegamos a su auto.

-No te lo vuelvo a decir suéltame...- le dije digamos que 'molesta' queda corto.

-Ya te dije que no...- soltó un carcajada -y luego si me haces algo...- dijo fingiendo temor.

-Está bien... al fin y al cabo te cansaras...- deje de moverme, pero este volvió a caminar, trataba de ver que estaba haciendo pero no lo lograba, escuche que abría la puerta del auto, comencé a patalear de nuevo.

-¡Te dije que no voy a ningún lado contigo!- seguía golpeando su espalda.

-Y yo ya te dije que iras al colegio, y no tendrás tu auto...- no tengo ni la menor idea de comó lo logro pero me metió al auto, en el asiento del copiloto. Se metió para abrocharme el cinturón y que no pudiera escapar tan fácil, pero antes de que se quitara, mordí fuertemente su brazo.

-¡Ahh!- grito mientras se tocaba la zona mordida, me miro molesto y antes de cerrar la puerta, le puso el seguro de niños para que así no se pudiera abrir.

Puse mi mano en el cinturón de seguridad mientras se alejaba para rodear el auto lo desabroche para poder cruzarme al lado del piloto y poder bajar, apenas abrí la puerta y ya estaba ahí. Resignada regrese al lugar del copiloto...

El Niñero-Jaeden Martell y TuDonde viven las historias. Descúbrelo ahora