PASADO: HASTA EL FINAL DE LA LÍNEA

71 13 3
                                    

Hace 23 años

Los otoños en D. eran agradables. Viajar a las cabañas era la mejor parte. Sentir el viento fresco mientras corrías por el campo podrían ser de los mejores placeres de la vida. Los cuatro chicos se encontraban en lo alto de una roca, Bucky y Zemo sentados con las espadas de juguete y los cascos de guerreros sobre las piernas, Steve y Redmond, parados con las espadas enfundadas viendo el horizonte.

-Guerreros, hermanos- comenzó a decir Steve- hoy es un día gris, los orcos nos persiguen y hemos perdido a todos nuestros hombres-hizo una pausa dramática- pero no caigamos en la desesperación. No estamos solos, nos tenemos entre nosotros.

Zemo y Bucky, metidos en la caracterización de la escena, asentían llenos de valor, mirando a Steve con admiración. Redmond parecía divertido, siempre había admirado la facilidad con la que Steve podía jugar con James y Helmut, que eran tres años menores que ellos, a cualquier cosa sin aburrirse; se notaba que no lo hacía por compromiso de hermano mayor que debía cuidar de Bucky, sino, porque amaba pasar el rato con él. Redmond adoraba no tener hermanos, con Steve como mejor amigo, le bastaba; aunque no podía hablar por Zemo, que parecía desear tener un hermano cada vez que veía la relación de Steve y James.  

-Luchemos como si tuviéramos la suerte de nuestro lado, y muramos sabiendo que dimos toda nuestra valentía en el campo- continúo- Sigamos, pues adelante caballeros- gritó mientras desenfundaba la espalda y la alzaba- ¡Estamos juntos hasta el final de la línea!

Al término del monólogo, Bucky y Zemo bajaron de la piedra gritando "hasta el final de la línea" con el casco puesto; antes imitarlos, Redmond vio cómo Steve vigilaba a los chicos, en especial a Bucky, para que no se fueran a lastimar al deslizarse por la roca y no pudo evitar sonreír. Al llegar al suelo, corrieron, con las espadas en alto, hacia el campo para enfrentarse a los temidos e imaginarios orcos.

En ese hermoso otoño, nació "hasta el final de línea", una frase que no solo se diría en los sermones de guerra que solían repetirse cada vez que deseaban recrear escenas de batallas, sino, que sería el lema con el que comulgarían los dos hermanos y sus mejores amigos, Redmond y Helmut, a lo largo de sus vidas cada vez que necesitaran mostrar su apoyo incondicional cuando  uno de ellos se encontrara en problemas. 

LímiteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora