Límite

PASADO: FOTOGRAFÍAS

Hace 6 años

-Me invitó a bailar esta noche- dijo Helmut sin poder contener una sonrisa mirándose en el espejo de su armario- dijo que nos veríamos en el parque, junto al lago... pero yo no sé bailar.

Bucky se encontraba acostado en la cama de Helmut con un libro abierto apoyado en sus piernas.

-Bueno, pies izquierdos tienes unas cuantas horas para impresionar a tu amado hijo del ministro presidente- respondió con un tono sarcástico sin despegar la mirada de su libro-.

La sonrisa de Helmut desapareció.

-Es injusto que desvanezcas la alegría que irradia el momento.

Bucky cerró el libro y se acercó a su amigo.

-No seas idiota, Helmut- lo reprendió en voz baja para que no los escucharan- llevan un año jugando a las escondidas, él se besuquea con mujeres y vive una vida heterosexual, en las noches, te busca de vez en cuando...

-Pero es solo por la campaña, -interrumpió con el mismo tono de molestia- una vez que se convierta en miembro del parlamento, vamos a poder vivir bien. Él me lo prometió- sentía un nudo en la garganta. Muy, muy en su interior sabía que James tenía razón-.

James negó con la cabeza, siempre se exaltaba cuando hablaban del romance secreto que mantenía con Judor Hzit, cinco años mayor que Helmut, hijo del ministro presidente y futuro miembro del parlamento de Länder. Bucky pasó una mano por su cabello mientras se asomaba por la puerta para comprobar que no hubiera nadie cerca.

-¿Dónde está el Helmut racionalista, mente fría que conozco? ¿Escuchas lo que estás diciendo? -replicó más molesto que antes manteniéndose a escasos centímetros de distancia- Si ahora, siendo solo el hijo del ministro presidente se comporta de esa manera tan asquerosa contigo, ¿cómo crees que se comportará siendo un miembro del par-la-men-to.

Zemo negó con la cabeza.

-No comprendes, James. Por primera vez en toda mi vida me he entregado a alguien que no me juzga, con el que puedo ser yo sin importar que sepa de qué familia provengo...- Helmut suspiró resignado- no máscaras, no engaños, nada de inventarme nombres y tener que buscar sexo en lugares lejanos para que no me reconozcan.

-Lo que no comprendo es por qué no ves que, a diferencia de ti, para él tú no vales nada- Bucky abrió los ojos, consciente de lo que acaba de decir al ver la reacción de Zemo- perdón, pero...

-Suficiente, James- Zemo parecía que lo acababan de abofetear- vete de mi casa.

-Helmut...

-Vete, YA de mi casa, James –ordenó con los dientes apretados-.

Antes de salir de la habitación, dijo:

-Podrás enojarte cuanto quieras conmigo, pero estás más molesto contigo mismo porque sabes que tengo razón.

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Zemo estaba por abrir la puerta, cuando una voz lo frenó:

- ¿A dónde vas, Helmut? - preguntó su padre secamente-.

-Con Steve y Bucky a una fiesta- respondió al tiempo que se giraba para ver de frente a su padre-.

Este, se encontraba a los pies de la escalera con un sobre en la mano. A su lado estaba su madre con los ojos llorosos. Zemo sintió que el estómago se le revolvía.