Love me, not her [MinSung]

24

JiSung caminaba junto a Lee, era raro, aún se sentía raro tener el cabello corto, nunca imagino llegar a ese punto a decir verdad, pero estaba feliz, más feliz de lo que podía imaginar, aunque en aquel momento, el castaño no quería llegar a su casa en lo más mínimo, quería quedarse junto con Lee un poco más, por ello, había terminado por pararse en seco en medio de la calle, deteniendo el paso del mayor a su vez.

—¿Qué pasa, Han? —El menor creo un puchero ante la pregunta, sin saber como decir lo que quería decir.

¿Estaba mal no querer volver a su casa? Estaba cansado del frío de su madre y las palabras de desprecio que soltaba cada tanto, cada vez, se sentía más con la necesidad de huir lejos del lugar, quería mudarse con su padre... aunque este no había respondido ninguna de sus llamadas, pero no lo culpaba, él tampoco había respondido sus llamadas en los últimos años, por el rencor que él mismo había creado, el rencor que JiHyo había creado en él.

—No quiero ir a casa —Finalmente respondió —No quiero ver a mi madre, a decir verdad.

MinHo se quedo pensando un poco en las palabras de Han, sin responder nada aún, una idea estúpida se había cruzado por su cabeza, pero no estaba seguro de que el contrario estuviese de acuerdo.

—¿Quieres quedarte en la mía? —Las palabras salieron automáticas, pero no sabía sí el menor estaría de acuerdo con ello, ni siquiera él estaba seguro, había sido un impulso más que nada.

—¿Estás sugiriendo que huya de mi casa, Lee? —Indicó con una sonrisa burlona el castaño.

—¡Han! —Se quejo el más alto —Sabes que no es así.

—Suena así.

—No seas ridículo-...

—Sí quiero —Le interrumpió —Llévame contigo, Lee MinHo, huyamos de este lugar.

El pelinegro frunció el ceño, no sabía si el menor decía aquello de manera seria, pero no se atrevía a preguntar, porque, la sonrisa en sus labios parecía burlarse de él, pero sus ojos parecían estar pidiendo ayuda, quizás no debía preguntar cosas que gritaban obviedad.

—Huyamos entonces, Han.

El castaño solo sonrió, para tomar la mano de Lee y comenzar a correr, soltando una pequeña risa por la cara de impresión del mayor.

Eran dos idiotas enamorados después de todo.

En cuanto llegaron a casa de Lee, el castaño se fijo en su celular, el cual estaba a reventar de notificaciones, sin embargo, no se lo pensó demasiado, antes de apagar aquel por completo y guardarlo dentro de su mochila, soltando un pequeño suspiro tras aquello, era seguro que se llevaría le reprimenda de su vida al volver a casa, pero estaba seguro de que no se arrepentiría.

—Oye, Han, ¿quieres llevar tus cosas arriba y que te preste algo de ropa?

MinHo lo había sacado de sus propios pensamientos, se pudo percibir un pequeño brillo, en cuanto el castaño pensó en la idea de usar ropa del mayor, y no era solo el hecho de ser ropa del más alto, era el hecho de que era ropa que estaba calificada como de chico, lo que él nunca había podido ser.