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JiHyo no recordaba muy bien lo que había pasado a su alrededor, era como si por un segundo hubiese caído en un gran pozo de agua sin tener idea de cómo nadar, incapaz de subir a la superficie.

La castaña despertó de su trance en el auto junto con su madre, le costó un poco entender lo que había pasado, pero supuso que había sido sacada del edificio rápidamente, ella sabía que no sería perdonada fácilmente por su madre.

A JiHyo le ardían los ojos y sentía su garganta desgarrada, había tenido un gran ataqué de pánico en medio de una sesión de fotos, ¿podría ser algo peor? Si, lo sabría cuando llegase a su casa.

—M-Madre... —Intentó llamar la menor en voz baja.

—No quiero escucharte.

La castaña sabría que HeeSook actuaría de aquella forma, era predecible viniendo de su parte, no buscaría comprenderlos, simplemente los juzgarían y serían tratados como basuras, aún así, ellos necesitaban el amor y aprobación de su madre.

El camino a casa de las Han fue en completo silencio, HeeSook parecía enfurecida y JiHyo simplemente asustada, quería salir corriendo allí mismo.

El camino a casa fue más corto de lo usual para la menor y maldijo aquello, su respiración comenzaba a ser irregular una vez sus pies estuvieron fuera del auto. HeeSook no tardó demasiado en actuar, antes de que la menor pudiese huir a su cuarto la tomó bruscamente del brazo y la arrastró hasta la sala junto a ella.

—¿Sabes la vergüenza que pase, JiHyo? —Habló la mayor mientras caminaban —Todos te miraban como si estuvieras loca, ¿te he criado para que me hicieras algo como esto?

La menor se sentía indefensa ante las crueles palabras de sus madre, ella no estaba a la altura de los estándares de su madre, el sabría que nunca podría estarlo.

HeeSook lo tiro contra el suelo sin piedad alguna, mirándolo desde arriba con los ojos más fríos que Han tuvo el placer de admirar alguna vez en su vida, su madre solo tenía un sentimiento hacia el castaño: asco, HeeSook no sentía más que asco ante su hįjœ.

—¿Por qué te empeñas en avergonzarme, Hyo? —Gritó esta vez su madre —¡Nunca pedí ser tratada de este modo! Y-Yo solo quería que mi única hija... fuese amada por todos y de esta forma me lo pagas.

¿Con que cara podría responderle JiSung? El había sido atrapado en su mentira, mentira que la atormenta todos los días, mentira que la hace ser incapaz de amar a su propio hijo.

—T-Tu... —JiSung nunca se había atrevido a hablar y en la cara de su madre podía verse la sorpresa —Tu única hija no puede ser amada porqué no existe, madre —Aún con la voz temblorosa, el menor pudo sacar aquella verdad a la luz.

HeeSook quería callarlo, HeeSook lo odiaba.

—¡Cállate! —El único ruido que inundó la habitación fue el golpe que la mayor había dado contra la mejilla de su hijo —¡Cállate, cállate, cállate! —Repitió en histeria, ¿por qué no podía desaparecer?

No era la primera vez que JiSung era golpeado por su madre, pero era la primera vez que el menor se atrevía a decirle la cruel verdad a su madre, se arrepentía, la había lastimado. Con la poca fuerza que tenía se levantó y corrió fuera de la casa, lo último que pudo escuchar fueron los sollozos de su madre al verlo desaparecer.

JiSung corrió lo más rápido que pudo, quería alejarse de su casa, quería estar muy lejos donde su madre no lo encontrase, quería ir a donde estaba Lee, no supo cuánto tiempo se mantuvo corriendo pero ahora se encontraba en una zona desconocida par...

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JiSung corrió lo más rápido que pudo, quería alejarse de su casa, quería estar muy lejos donde su madre no lo encontrase, quería ir a donde estaba Lee, no supo cuánto tiempo se mantuvo corriendo pero ahora se encontraba en una zona desconocida para el, ¿a donde iría?, ¿regresaría a su casa? Debía decidirlo rápido porque en cualquier momento podría comenzar a oscurecer.

El castaño sentó cerca de una tienda de convivencia, quizás lo más conveniente era llamar a alguien que le hiciese compañía y lo ayudase, aunque había pensado en MinHo minutos atrás se rehusaba a llamarlo, pero tampoco podía pensar en alguien más adecuado.

El menor lo medito un poco más y supo que su única opción era Lee, no quería tener que explicarles a sus amigos su situación real y se sentía muy frágil para mentir, agradecía eternamente haber cambiado de números con el de hebras oscuras ahora.

El de mejillas abultadas marcó el número del mayor con nerviosismo, la última vez que se vieron, las cosas resultaron un poco raras.

—¿Han? —Logró escuchar al otro lado de la línea el mencionado —¿Estás bien? —JiSung sollozó, era la primera vez que escuchaba la voz de alguien amigable en todo el día.

—Y-Yo... necesito que vengas, Lee, por favor.

—¿Dónde estás?

—Ugh, la verdad es que no tengo idea, te enviaré mi ubicación por mensaje.

—Iré ahí enseguida.

El menor colgó el celular y envió su ubicación a el pelinegro como había que haría anteriormente, el mayor en poco tiempo se encontraba cerca de JiSung y este pudo divisarlo fácilmente al llegar, se veía un poco agitado, probablemente porqué había corrido.

—Hola, Lee —Saludó el menor con una pequeña sonrisa, aguantaba ligeramente las ganas de continuar llorando.

Era la segunda vez que MinHo veía al menor de esa forma, tan destruído, tenía el cabello desarreglado y sus ojos estaban completamente hinchados y enrojecidos de lo mucho que probablemente había llorado, ¿como alguien podría hacerle eso?

—¿Que pasó? —El mayor decidió sentarse junto a su pequeño, estaba preocupado y esperaría si aquel decidía contarle lo sucedido.

—Oh, bueno, problemas familiares.

—¿Por qué me llamaste a mi? Podrías llamar a RyuJin o HyunJin, o cualquiera de tus amigos.

El menor no sabía que responderle, más bien, no quería responderle, JiSung no podía hablar de él con los demás, la excepción estaba sentada a su lado aunque le molestase.

JiSung.

—¿JiSung?, ¿Quien es ese?

Han JiSung, ese es mi nombre real.

—¿Por qué me dices eso ahora?

—Porque quiero que lo sepas, además, antes lo habías preguntado —Dicho eso, el menor se recostó en el hombro de Lee —Eres la tercera persona en saberlo, la primera es mi padre, el me dio ese nombre, la segunda mi madre, que jamás me ha llamado así y ahora tu, que siempre estás intentando saber de mi.

—Pues... es un lindo nombre, lástima que nadie lo sepa.

—Si... pero no quiero hablar más, ¿podrías solo acompañarme, MinHo hyung? —Parecía suplicar aquello y el nombrado entendía.

Lee decidió que lo mejor sería dejar al menor estar, parecía estar cansado y seguir insistiendo no lo llevaría a ningún lado, JiSung le había confiado una parte de él, ahora su deber era solo acompañarlo en silencio.

El castaño por primera vez en todo el día sintió algo de paz.

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Me gusto este capítulo, por alguna razón.
Espero que lo disfruten también.
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Love me, not her [MinSung]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora