-The Other House of Flowers-

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[Hello. Primero que nada quería disculparme con las personas que estaban siguiendo la bonita historia de Majolina. Me tomé la pausa más grande de la vida pero ya estoy de regreso con millones de ganas de escribir y de terminar el comienzo de nuestro ship favorito.
Debo admitir que perdí motivación por un montón de cosas que pasaron en mi vida personal pero me he reencontrado y dado cuenta de que extraño mucho escribir y sobretodo que extraño mucho a mi Majito y a mi Pau. Así que aquí va mi segundo intento de por lo menos aportar un cachito a la historia de mi pareja favorita.

Les quiero un montón y ojalá me puedan seguir leyendo.-
Xoxo EP]

Como Paulina había predicho, no durmieron casi nada. A las 8:02am en punto sonó el teléfono, despertando a ambos a las pocas 2 horas desde que habían cerrado los ojos.

José María tomó el teléfono torpemente y contestó con una voz ronca. Del otro lado de la línea se escuchó la voz de Ernesto.

E: ¿José María? Perdón que te despierte... quería pedirte un favor

Pau reconoció la voz y gesticuló hacia Jose sin emitir ningún sonido "¿es mi pa-pá?". José María asintió mientras se enderezaba para sentarse a la orilla de la cama y poder prestar atención a la llamada.

J.M: ¿Qué pasa, Ernesto? ¿Todo bien?

E: Sí, sí... b-bueno... necesito ayuda legal

Para este punto Paulina ya se había sentado a un lado de José María y acercado su oreja al teléfono para escuchar la conversación con más claridad.

José María frunció el ceño en confusión. Por un segundo no supo que decir pero Paulina le dio un empujoncito para que le respondiera algo.

J.M: Sí, claro. ¿Qué necesitas?

E: Bueno, primero te quiero pedir que por favor no le vayas a mencionar nada a Paulina...

Pau y Jose se voltearon a ver en complicidad y confusión.

E: ¿te puedo ver en la colonia Cuauhtémoc? Calle Gutiérrez Najera, 291

J.M: Eh... sí, sí claro ahí nos vemos

E: no tardes, por favor.

Ernesto colgó y Pau y Jose volvieron a mirarse, ambos claramente confundidos y aún medio adormilados.

P: ¿quiere ayuda legal?

Jose asintió mientras bostezaba y ambos permanecieron sentados unos segundos sin decir nada, intentando procesar lo que estaba pasando.

P: vamos, pues. Vístete que dijo que era urgente.

Se vistieron los dos y se asearon lo más pronto que pudieron antes de salir del departamento y montarse en el coche.

J.M: ¿no crees que debería pasar a dejarte a tu casa?

Paulina lo volteó a ver con una mirada fulminante y él alzó los hombros

J.M: Bueno, me ha dicho que no te diga nada. Por algo será ¿no?

Pau ahora entrecerró los ojos para continuar fulminándolo.

J.M: ¿segura que te quieres enterar de lo que sea que sea este asunto?

P: Obvio, sea lo que sea no me voy a quedar con los brazos cruzados es-pe-ran-do a que al señor se le ocurra decirme. Y ¿qué le pasa? Incitándote a que me ocultes las cosas, por fa-vor. Está mal de la cabeza si piensa que tú vas a guardarle sus secretos...

Hizo una pausa pequeña y como no hubo ninguna respuesta continuó.

P: ¿ver-dad?

J.M: Sí, cariño. Por supuesto que te lo hubiera dicho.

Tu Último AmorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora