-The Break-

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José María no sabía que hacer al respecto. Paulina no tenía celular y el vuelo era de 10 horas y 45 minutos. Por lo menos tendría que esperar 16 horas para estar seguro de que le contestaría en casa. Pero estaba molesto, muy molesto. ¿Cómo era posible que haya actuado tan impulsiva e inmaduramente? Por lo menos lo hubiera discutido con él antes de tomar la decisión y dejarlo a él y a su familia plantados.

Decidió ir al aeropuerto a buscarla. Tomó un taxi y corrió a ver los horarios de los vuelos. No había ninguno a Mexico en algún horario cercano por lo que Paulina debía estar en alguna parte del aeropuerto. La buscó por 15 minutos pero no logró encontrarla por ningún lado así que decidió regresar al hotel y pensar en dónde podría encontrarse.

Llegó y al abrir la puerta escuchó la voz de Paulina hablando por teléfono.

P: "es que no entien-des. La regué, ni si-quie-ra le avisé.
...
Bueno, dejé una nota pero ya no está. Seguro sí la vio.
...
Tal vez se regresó con su fa-mi-lia. Ay, Mar no sé qué hacer"
..."

Segundos después entró Jose al cuarto. Pau lo volteó a ver sin decir palabra alguna, bajó el teléfono y partió los labios para decir algo pero no pudo.

J.M: "Dime... ¿regresaste solo porque no había vuelos?"

Pau frunció con las cejas "n-no. Ni siquiera llegué al aeropuerto"

Hubo una pausa bastante larga y llena de tensión.

"¿Mañana te marchas?" Preguntó José María con la cabeza agachada y a Pau le rodó una lágrima por la cara.

"Perdóname ¿sí? Fue un impulso. Verte con tu familia tan unidos..." se acercó Pau a Jose pero él no la miró. Después de otro par de minutos ausentes de palabras pero el silencio cesado por los sollozos de Pau, José María se recargó sobre la pared y exhaló.

J.M: "Pau... creo que necesitamos tiempo"

P: "¿Tiempo?"

"Separados. Estoy dispuesto a ayudarte pero parece que no quieres salir de dónde estás, Paulina. Quieres arreglar los problemas de los demás y no te preocupas por ti misma y eso está afectando nuestra relación."

Otra pausa.

J.M: "Creo que un tiempo nos sentaría bien. Para pensar las cosas"

Paulina lo miró con un puchero "pero... no" dijo mientras las lágrimas corrían más rápido por sus mejillas. "No, por-fa-vor" dijo dando la mano a Jose quien la tomó. Le dolía verla así pero era necesario. Creía que la situación había llegado a su límite y si Paulina no se dejaba ayudar no había mucho que hacer.

Pau, entre sollozos, se acercó más a José María y se puso de puntitas para besar sus labios. Jose le respondió el beso brevemente y al separarse exhaló por la nariz.

J.M: "Lo siento, Pau. Creo que ambos lo necesitamos"

Pau negaba con la cabeza viéndolo con los ojos más grandes y suplicantes llenos de lágrimas haciendo que Jose se compadeciera de ella. Tomó su cara y le dio un tierno beso que Paulina trató de agitar, pero Jose separó su cara para no caer en la tentación.

"Anda ya, a dormir" dijo secando con una caricia una lágrima de la cara de Pau.

Pau no dijo ni una palabra más y obedeció, se metió entre las cobijas con la ropa puesta y se acurrucó en su almohada mientras lloraba suavemente. Por su mente pasaban mil cosas y no pudo evitar sentirse culpable y tonta por haber arruinado lo que ella pensaba que era lo único que sostenía su vida junta en esos momentos. Parecía que no podía hacer nada bien y en su mente creó varias disculpas para lograr convencer a José María, pero todos los escenarios la llevaban a su realidad.

Lloró hasta quedarse dormida y no abrió los ojos hasta la mañana siguiente. Notó que José María no había dormido junto a ella pues el otro lado de la cama seguía tendido. Esto hizo que una lágrima o dos volvieran a recorrer sus mejillas.

Se levantó y escuchó la puerta abrirse mientras ella entraba al baño.

J.M: "Pau, te he traído el desayuno. Nuestro vuelo sale en tres horas"

Después de unos minutos en donde Pau se lavó la cara, los dientes y cepilló su cabello, salió del baño sin mirarlo para que no notará sus ojos hinchados. Pero cuando finalmente alzó la mirada, notó que él también había estado llorando.

Le agradeció por el desayuno, comió y ambos se fueron al aeropuerto. Platicaron un rato sobre cosas pequeñas, como si fueran dos desconocidos sin interés en conocerse pero obligados a convivir. En el avión Pau no pudo evitar llorar pues sabía que al llegar a Mexico se separarían, tal vez para siempre o tal vez no pero la simple idea de saber que ya no serían el uno del otro hacía que su corazón se rompiera en pedacitos tan pequeños.

Durante el vuelo no dijeron nada, Pau intentó leer pero las lágrimas en sus ojos se lo impedían. Miró fuera d esa ventana tratando de encontrar un poco de paz en el cielo azul y las nubes blancas y logró olvidarse de todo por un par de horas.

Al llegar a Mexico Jose acompañó a Pau a su casa. Ambos se pararon al pie de los escalones de la entrada principal y se miraron pero no como siempre. Se miraron con dolor. Jose acarició la cara de Pau tomándola en su mano y exhaló temblorosamente.

J.M: "Te quiero. Cuídate, ¿sí?"

Pau negó con la cabeza "no me dejes, por favor"

J.M: "no insistas, Pau. Los dos tenemos que pensar, arreglar algunas cosas. Después de eso hablamos"

Pau lo miró con inmenso dolor y súplica pero no pudo decir nada más. Él la besó en la mejilla y esperó a que se metiera a la casa para poder decirle al chofer que arrancara. Subió a su habitación sin avisar nada a nadie y lloró sobre su almohada por horas y horas. Y así fue por días que se convirtieron en semanas que se convirtieron en meses.

[Helloooo. He estado perdida, lo sé y lo siento. Muchas cosas han pasado estas semanas una de ellas es la uni entonces casi no tengo tiempo de escribir. Ojalá pueda actualizar constantemente, les quiero y gracias por leer. Xoxo E.P.]

Tu Último AmorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora