PRINCESA JUSTICIA [MLB]

U N O

La mentira

La peliazul apretaba su libreta con fuerza sobre su pecho mientras caminaba hacia la clase. Estaba nerviosa, muy nerviosa.

El día anterior pasó la tarde con Luka y este la ayudó a aclarar sus sentimientos, dándose cuenta que aunque Marinette si quiso a Luka, ella amaba a Adrien.

Estaba harta de guardárselo para ella misma, necesitaba saber si el sentía lo mismo, aunque ya sabía perfectamente que iba a rechazarla, una pequeña parte de ella tenía esperanza de que el también la quisiera.

Al entrar al salón todo el mundo se giro a ver a Marinette y la miraron con enfado.

—¿Q-Que ocurre? —cuestionó en un hilo de voz.

—Esto ocurre —masculló Alya moviéndose a un lado dejando a ver a Lila con un golpe en la pierna, este tenía hasta sangre.

—¿Que...? —susurro Marinette, frunció el ceño y miro a Alya a los ojos— ¿Y que pasa? —cuestionó.

Alya se cruzó de brazos—. Nose, dímelo tú. Últimamente estas muy distante con todos nosotros y actúas raro, encima de actuar raro desprecias a Lila mas de lo normal cuando ella no te ha echo nada y la empujas esta vez si de verdad por las escaleras.

Marinette quedó en shock—. Primero que nada, he estado distante porque no he tenido tiempo, y segundo, ¿porque haría yo una cosa así? Eso que estás diciendo son situaciones sacadas de contexto, ya que tengo motivos para odiarla porque es una mentirosa.

La peliazul cada vez estaba más sorprendida, no podía creer que todos dudaran de ella, sobre todo Alya.

Marinette tomó una bocanada de aire para sostener sus ganas de llorar pues ella siempre estaba para los demás mientras que ellos a la primera la apuñalaban a la espalda.

—¿Sabéis que? Estoy harta de siempre tratar de ayudar a todo el mundo, de creería y de apoyaros, y que por una vez que yo necesito que me creáis al menos, no lo hacéis —masculló. Nadie dijo nada—. Vuestro silenció me sirve de respuesta —murmuró antes de salir de la clase.

Las lágrimas comenzaron a caer por sus mejillas débilmente, pues sabía que no debía estar muy enfadada o triste para que Hawk Moth no la akumatizara.

Llego al aseo y se encerró en un baño, tiro su mochila al suelo con fuerza tratando de aguantar la ira.

Tikki salió del bolso con cuidado y se acercó a la peliazul—. Marinette...

—Lo se Tikki, lo se, ya me relajo —masculló—. Pero es que... no le veo sentido a lo del golpe ni quien podría hacer algo así quiero decir, ¡todos están en mi contra, agh! No se como Lila pudo hacer algo así y ahora fingirlo más aún, se esta pasando y no me pienso quedar de brazos cruzados esta vez, Tikki.

—¿Y que vas a hacer? —cuestionó Tikki.

—Conseguiré pruebas de que Lila es una mentirosa—dijo saliendo del aseo ya que al fin encontró la manera perfecta de delatar a Lila.

Con enfado se dirigió hasta la clase en su busca, pero antes de llegar la rabia cada vez comenzaba a hervirse más y más en sus venas, comenzaba a sentirse de una manera que no llegó a controlar sus emociones de odio y Hawk Moth decidió aprovecharse de ello.