Es injusto
Marinette vio un akuma ir hacia ella y comenzó a alarmarse, si no se controlaba podría ser akumatizada y acabaría en un desastre total.
Corrió al los baños y comenzó a llorar, tanto de esconderse lo máximo posible para que el akuma no pudiese entrar, cerró bien las puertas del aseo y trató de calmarse pero no había manera ya que...
Nadie la creía.
Nadie.
Nadie.
Ni si quiera Adrien.
Solo con verle la cara supo que esta vez el no la creyó.
Y eso la destrozo del todo.
Ignorando a Tikki se quitó los pendientes.
—Todo hubiera sido distinto si yo no fuese Ladybug, si no fuese la guardiana y si no hubiera aceptado ser nada —sollozo— ¡Es injusto! —exclamó Marinette tirando los pendientes al suelo— ¡Todo esto es culpa de Ladybug, todo! —sus ojos estaban rojos, y sus mejillas llenas de lágrimas. Con pesadez se fue deslizando al suelo y se sentí en este.
—Es injusto... todo es injusto...—susurraba entre lágrimas.
De pronto un akuma se poso en el bolso de Marinette.
Esta sintió como un escalofrío recorría su cuerpo y comenzó a oír una voz en su cabeza.
—Princesa Justicia, todos han sido injustos contigo, nadie te cree, nadie confía en ti... pero yo si, y confío en darte poderes suficientes para desenmascarar los secretos de los demás y controlarlos, de poder hacer todo eso y mucho más de todo el poder mental que quieras y mas, a cambio me darás los prodigios de Ladybug y Cat Noir, ¿si? —dijo Hawk Moth.
Marinette, inconscientemente embobada por al fin poder cumplir su deseo de hacer justicia y que todos sepan la verdad, acepto.
—Si, Hawk Moth.
