PRINCESA JUSTICIA [MLB]

C U A T R O

Te conozco

Tres palabras. Las suficientes como para poder crear el fin del mundo.

Toda la clase estaba en silencio, todos expectantes y tratando de asimilar lo que acababan de escuchar.

Sobre todo Adrien.

—¿Q-Que acabas de decir? —preguntó Hawk Moth en un hilo de voz.

—Lo que oíste —dijo Marinette—. Y estoy harta de serlo, estoy harta de salvar a los demás para que luego cuando yo los necesite nadie me salve a mi —lágrimas comenzaron a caer débilmente por sus mejillas—. Estoy... estoy harta.

Tocó con sus pies el suelo, dejando de levitar y miro a los ojos a alguien en específico, a Lila.
Esta tembló al sentir esos ojos sobre ella, los cuales en estos momentos daban terror, pues el azul cielo y hermoso que solía ser iluminado en estos, ahora se había convertido en un oscuro negro y un sentimiento vacío.

—Todo esto es tu culpa —murmuro caminando hacia ella—, mentirosa, aprovechada, asquerosa... te odio.

—¡Marinette para, por favor! —exclamó quien menos se esperó que fuese... Adrien. Marinette quedó estática— Esta no eres tu...

Se giro de golpe—. ¡A ti nunca te ha importado quien soy, déjame, ni si quiera me conoces de verdad!

Negó—. Si lo se... —murmuro, la peliazul frunció el ceño. Adrien se comenzó a acercar a ella, y cuando estaba a una cercanía considerable, habló—; mi lady.

La respiración de Marinette comenzó a acelerarse de un momento a otro, comenzó a negar con la cabeza.

—No... no... no... —sollozaba. En ese momento sus ojos se tornaron azules de nuevo, pero era un azul oscuro, lágrimas corrían por sus mejillas—. Tu...

Asintió con una débil sonrisa, tratando de aguantar las lágrimas mientras que los demás no entendían nada.

—Te conozco, como Marinette y como Ladybug, y se que tu no eres así. Se que tú no gustas de vengarte de la gente... por favor, regresa —pidió el rubio tomándola de las manos.

Marinette negó—. No después de todo el daño que he causado, no quiero regresar y volver a ser la torpe y estupida de Marinette, no —pronuncio y sin decir nada más rodeó a Adrien y se marchó de la sala, dejando a todos atónitos.