Yuanfen「JeMark/MarkNo」

✧08 - fue un gusto

El color anaranjado opaco del atardecer se refleja entre los edificios, dándoles un ambiente acogedor sin saberlo.

Jeno y sus amigos caminan de regreso a sus hogares después del día en bicicleta que tuvieron. La verdad es que Renjun no entendía como Jeno se le había hecho costumbre ir en las mañanas con su bicicleta por varios kilómetros, él casi se rinde a las seis cuadras.

Karina le llevaba el ritmo al pelinegro pero se quejaba mucho. En conclusión, Renjun se dio cuenta que es cierto de que todo en esta vida se hace con ganas pero él y su amiga no tenían ganas de volver a montar una bicicleta por lo que resta del mes o meses.

Así que los tres iban caminando mientras llevaban la bicicleta por el manubrio.

La chica suspiró rendida y miro a Renjun. —Entonces... Chocaste la bicicleta con alguien.

Renjun frunció el ceño y después río con ganas.

—¡Oh! Fue muy vergonzoso, hice caer al chico pero para mi mala suerte yo llevé el golpe de toda la bicicleta.— El chino chilló dramáticamente por eso y Jeno comenzó a reír.

—¡Santo cielo, Renjun! ¿le pediste disculpas?

—¡Por supuesto! Es lo primero que hice, hasta le mostré el por qué la bicicleta no quiso frenar y le dije que no pude cruzar a tiempo.

—Ren, podías cruzar e intentar detenerte con tu pie.— La sonrisa de Jeno era de pura diversión, el chino le miro mal.

—Él también me dijo lo mismo... ¡Ah! cuando caímos al suelo me habló en inglés y de inmediato quise decirle: ¡Amigo estamos en Corea!

Jeno no podía con la risa y Karina sonreía burlona. Mayormente las cosas raras siempre le pasaban a Renjun.

—Él... ¿No te dijo su nombre?— Ante la pregunta de la chica Renjun y Jeno la miraron con curiosidad. —¡Oh vamos! ¿Estabas hablando con él y no te dijo su nombre?

Renjun abrió la boca mientras miraba hacia un lado, ahora que lo recuerda él le preguntó su nombre pero justo cuando iba a decírselo llegó su amiga y el chico no termino de presentarse.

—Bueno, lo hubiera sabido si no hubieras gritado con euforia. él iba a decírmelo. ¿Por qué? ¿te gusto el chico acaso?— Karina suspiró rendida.

—¿Por qué tiene que gustarme para querer saber su nombre? Que tonto.— Renjun río ante la cara seria de su amiga.

—¡Ya! No te enojes, estaba jugando.

—No estoy enojada.

—¡Que si!

—¡Que no!

•••

Jeno miraba la televisión mientras acariciaba la cabeza de su perro, Trebor. Quién era un perro de aproximadamente diez años actualmente. Es un cocker con energía pero se notaba ya un poco su vejez, una vez leyó que esa raza podía durar alrededor de entre doce o quince años de vida y él no se imaginaba no ser recibido por aquel lindo perro de pelaje blanco cada que llegaba de la calle, o ahora universidad. Le adoraba mucho.

Bien dicen que los perros son una de las mejores compañías para las personas y Jeno esta totalmente de acuerdo con eso.

—¿No tienes hambre? Creo que cocinaré algo para ti y para mi— Con un dedo tocó la nariz fría del perro, haciendo que el can sacara su lengua y le lamiera el dedo juguetón. —¡Ya sé! Te daré tus croquetas favoritas ¿quieres?— El perro ladró mientras menea su cola y Jeno le sonríe con dulzura.