Capítulo 11.

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Dos meses después.

Acá estoy. Con los chicos. Ellos esperándome y yo grabando American Horror Story.

Después de estos dos terribles meses, lo superamos. A Emma la tuvimos que llevar al hospital, tenía una columna quebrada. Aunque a Hayley la arrastraron desde más lejos, solo fueron raspones.

Terminé de grabar y me fui a duchar. Me despojé de mis ropas y me puse debajo de la ducha. Era la primera vez que me relajaba en dos meses. Termine mi ducha, salí, me seque y me cambie.

Salí del estudio y ahí estaban los chicos riendo.

—Hola de nuevo, gordos.—saludé a todos con un apretón de manos.

—Vayamos a comer que nos esperan las chicas.—dijo Jim.

Nos acercamos a la camioneta de Theo y subimos. Theo arrancó y nos dirigimos a donde estaban las chicas, que sinceramente no sabía a donde mierda íbamos. Pusieron música y empezamos a cantar. Muy minita pero era para divertirnos.

En 20 minutos llegamos. Theo estacionó, bajamos y entramos a The blues. Un restaurante en donde sirven muy buena comida y tocan jazz y blues. Podría decirse que es uno de mis restaurantes favoritos.

Jake habló esta vez y pidió la reservación Peters. Mi hermano fue el que la reservo, muy bien.

La camarera nos dirigió hasta la gran mesa, y desde lejos vimos a las chicas. Nos acercamos y saludamos a todas con un beso corto en los labios.

Yo me senté al lado de mi novia. Y los demás al lado de sus chicas.

—Hola barba.—susurró coqueta en mi oído.

—Acá no, nena. Sabes como me pongo.—reímos y ella se sonrojó.

—Ehh, secretos en la mesa son de mala educación.—dijo Kyle.

—¿Queres saber? Bueno, ella me dijo...—sentí un golpe en mi pierna.

—Nada, no le dije nada.—sonrió tierna. Agarré su cara y la besé.

Pedimos nuestra comida. Empezamos a hablar estupideces. Las chicas, excepto Emma, preguntaron como iban las grabaciones. Desde que se enteraron que soy famoso, ellas empezaron a ver la serie. Por un lado estaba bueno porque teníamos más tema de conversación pero por otro no, ellas querían que les contara lo que iba a pasar y cada vez que iba a hablar Emma me golpeaba. Así que decidí ya no hablar ni adelantar nada. Ellas me preguntaban y yo tenía que contestarles.

—Voy al baño.—dije y me levanté.

Entre al baño, pelé la banana y largué toda la pis. Lo volví a guardar y me lave las manos.

Cuando salí me choque con Julie.

—Hola barba.—saludó coqueta.

—Mierda, Julie. ¿Qué haces acá? Deberías estar en la mesa.

—Dije que me sentía mal.—sonrió inocente.

—Ugh. Nena, como me pones.—dicho esto la besé y la empuje al baño de hombres y entramos en un cubículo.

—Barba.—la miré.—Uno de mis sueños sexuales frustrados es hacerle un pete a mi novio.—la volví a mirar boquiabierto.

—¿Desde cuando, amorcito?—la miré enojado.

—Desde ahora.—se agachó y bajó mis pantalones.

—Julie. Por dios. Espera.—subí al inodoro con mis pantalones ya bajos y Julie terminó de bajar mis boxers y así dejar afuera a mi miembro ya erecto.

Evan Peters - one shoot. |TERMINADA|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora