4

15 3 0
                                    


Samanta

-Hola Daina.

- Hola preciosa- me saluda dándome un pequeño beso en los labios.

Se aleja de mí con una sonrisa pícara, y yo respondiéndole a esa sonrisa, la agarro cariñosamente por la cara, y con la otra mano le agarro de la cintura y le acerco hacia mí dándole otro beso más largo e intenso.

Cuando me separo de ella para coger aire, se escapa de mis brazos y se aleja soltando una carcajada, música para mí.

-No quiero cortar este momento tan bonito, pero... tengo que hablar contigo.

-¿Qué pasa? No me asustes Samanta cariño.

-No, no, no te asustes. Pero tampoco te enfades, ¿vale?

-¿Qué pasa?

-Te acuerdas de que mi padre me quiere casar con un hombre...

-Si, me acuerdo. ¿¡Has aceptado!?

-¡No! Por favor, no te adelantes. Bueno, el caso. Pues mi padre ya tiene a mí "futuro marido" que se note mi sarcasmo. Y pues me había dicho de ir a comer hoy para conocerlo. Pero me he negado, ya que quería hablar contigo antes de nada para que no te enfadases.

-Entonces, ¿no lo conocerás y no te casarás?

- No, de momento las cosas no son así. He quedado mañana con Marcus, que así se llama, para comer y conocernos para nuestro matrimonio.

- Pero aquí hay una cosa, la más importante y la que a mí me interesa saber. ¿Te casarás con él?

- Claro que no, no seas tonta, no me voy a casar con él, tengo un plan.

Después de explicarle el plan a Daina, y ella estar de acuerdo, me fui a mi casa a dormir, estaba súper cansada y no sé por qué. Yo ya no sé si necesito salir de fiesta 4 semanas seguidas, encerrarme en casa y no saber nada de la humanidad que me rodea, beber-me 8 cubatas o que me atropelle un camión. No sé, he... pero yo creo que una mezcla de todas.

Mira, Salgo de fiesta, bebo, luego me encierro y todo listo.

Pero que estoy diciendo... Madre mía, sí que tengo sueño si, ale a dormir.

Amor prohibidoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora