Samanta
Estoy frente mi tocador maquillándome para ir a comer con Marcos. No es que tenga muchas ganas, yo prefiero ir a comer con Daina, pero es lo que hay. Llevo unos tejanos apretados con una blusa blanca que me encanta, es de mis favoritas. A la 14:45 salgo de casa y me dirijo a la cafetería.
Llego y veo a Marcos en una mesa retirada de las demás. Me acerco y le saludo con un "hola", pero por el contrario, él se levanta de su asiento y me deposita un beso en cada mejilla. Me incomoda un poco estar con él, y su altura es intimidante.
- Estás muy guapa.
- Gracias.
- ¿Qué quieres beber?
- Con un poco de agua estará bien, gracias.
- Lo que la señorita diga.
Cálculo todos sus movimientos muy detenidamente, no me preguntes por qué.
- Queda una semana para nuestra boda, ¿Estás nerviosa? Yo ni duermo por las noches.
- Bueno, yo no es que tenga mucha ilusión en casarme.
- ¿No?
- No.
Yo creía que sí, todas las mujeres, y sobre todo princesas, quieren casarse con un hombre apuesto, guapo y rico. Con un vestido blanco disfrutando de su día con su precioso vestido blanco de miles y miles de euros.
- Pues no, no todas las mujeres queremos eso.
- Igualmente, yo te convengo. Tengo dinero y puedo ayudar con el negocio a tu padre.
- Aha- Dije desinteresadamente.
- Yo tengo los mejores compradores, tu padre me lo agradecerá. Pero también es cierto que tu padre tiene de la mejor mercancía. Todos los narcotraficantes lo quieren a él.
-Espera ¿Qué?
- Si, su droga es de las mejores, y si te casaras conmigo podríamos expandir nuestro comercio.
- ¿¡Mi padre trafica con droga!?
- Me parece que la he cagado, ¿No?
- Todos estos años mintiéndome- digo ya hiperventilando- Lo siento, me tengo que ir.
- Espera, no, ¡Samanta!
¿¡En serio mi padre trafica con droga?!
No puede ser.
Es un mentiroso de mierda.
Me da asco eterno.
No quiero volver a verle. Solo llevaré a cabo mi plan y me iré a vivir lejos con Daina.
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Amor prohibido
Short StorySamanta y Daina, es una pareja de chicas que se quieren locamente, pero en la época en la que viven, las familias que tienen, las religiones que tienen, no les dejan ser libres. Nos adentramos en su historia, ¿tenéis ganas? Todos los derechos reserv...