7. Misión

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Shisui me dejó en las puertas del complejo, nos despedimos con un suave y dulce beso que ninguno quería terminar, al separarnos besó mi frente y me dio las buenas noches. Al ingresar Hanabi me bombardeo con preguntas acerca de mi cita, ambas estábamos felices, ella estaba emocionada de tener un cuñado y más aún uno tan popular como Shisui, decía que sería la envidia de sus compañeras de la academia, reí ante su comentario y nos acostamos juntas en mi habitación.

A la mañana siguiente un ANBU se acercó a mi ventana y me informó que el Hokage me necesitaba para una misión, me vestí con el clásico uniforme una camisa ajustaba y pantalones negros, unos guantes largos arriba de mis codos, las típicas sandalias ninjas, además de una armadura gris en mis antebrazos y en mi pecho que se ajustaba perfectamente al cuerpo, mis hombros estaban descubiertos por lo que se notaba mi tatuaje, até mi cabello en una coleta alta y posteriormente puse la máscara que me caracterizaba, un tigre blanco con marcas celestes en los bordes. Hanabi susurró un "buena suerte" y nuevamente cayó en un sueño profundo, me acerque para acariciar su cabello y la arropé con cariño, le informé a mi padre sobre la misión y me dirigí a la torre del Hokage, pero antes de ingresar a la oficina escuché gritos de Naruto, suspiré fuertemente y Shikamaru se acercó para decir:

- Está un poco molesto, espero que tu presencia lo relaje un poco – sacudió la cabeza para luego decir – es un problemático – reí ante este último comentario e ingresamos juntos a la oficina.

- Que no me casaré ttebayo!! – gritó Naruto, me miró y corrió para posicionarse tras de mí. – Hinata-chan ayúdame por favor – dijo mientras me abrazaba fuertemente

- Naruto, Hinata está de servicio, no puedes llamarla por su nombre – Kakashi suspiró y se dirigió a mí – puedes quitarte la máscara, obedecí y miré a mi alrededor, Sakura estaba realmente molesta, Sai estaba confundido y Sasuke tenía una cara de burla, pero una chica rubia llamó mi atención, estaba furiosa, era guapa, tenía un extraño color de ojos color violeta, su cabello es rubio casi blanco, es baja y tiene un buen cuerpo, miré hacia atrás y Naruto seguía pegado a mi espalda

- No entiendo, ocurrió algo? – pregunté con total inocencia

- Hinata, hace algunos años realizamos una misión con Naruto, Neji, Lee, Shikamaru y Temari ella es la sacerdotisa del país de los demonios, Shion – dijo mientras apuntaba a la rubia – nuestra misión era escoltarla hasta un santuario pero la gran bocota de Naruto lo arruinó todo después de eso – dijo con un puño en alto

- Que fue lo que dijiste? – traté de girar mi cabeza para verlo, pero Naruto aún estaba escondido en mi espalda, la risa de Sasuke hizo que levantara una ceja. "En qué se habrá metido ahora" pensé mientras una sonrisa divertida se dibujó en mi rostro

- Bueno, le dije que mi poder debe pasarse a una nueva sacerdotisa, y le pregunté si el me ayudará con eso a lo que él respondió "Claro, cuando quieras" – respondió Shion con una amplia sonrisa en respuesta mi boca formó una perfecta "o"

- Ya veo... Pero no fuiste lo suficientemente clara con él, Naruto a esa edad era bastante inocente – dije mientras cruzaba mis brazos – te aprovechaste de él y como ves no está interesado en casarse contigo – dije con una sonrisa burlona, todos me miraron impactados por estar ayudando al rubio, pero no me importaba, se lo había prometido

- Ves! Hina me entiende! – gritó el rubio y mientras salía de mi espalda- yo no sabía que querías tener un hijo conmigo, pensé que querías que te ayudara a buscar un prometido o algo así – dijo Naruto restándole importancia al asunto – además nunca te vi de esa forma, si tuviera que casarme con alguien sería con Hinata-chan – al momento de decirlo rápidamente se tapó la boca y se sonrojo furiosamente, yo me sonrojé en respuesta y le sonreí nerviosamente

Sólo quiero que seas felizDonde viven las historias. Descúbrelo ahora