𝑪𝒐𝒎𝒆 𝒕𝒐 𝒎𝒆 [𝑴𝒊𝒏𝒔𝒖𝒏𝒈]

16» confesiones

Minho gruñó a lo bajo mientras releía un párrafo de un artículo que próximamente verían en su clase. Hasta la persona que mejores calificaciones tenía pasaba por estos momentos en los cuales se estancaba en la nada. Le molestaba no estar entendiendo el tema.

—Lo repito. Haciendo esas caras no conseguirás obtener lo que quieres, relájate un rato— apretó sus hombros antes de tomar asiento a su lado—. ¿Qué te tiene tan alterado?

—Marketing. Eso me tiene alterado— bufó mientras cerraba su computadora de mala gana. Captó la atención de varios chicos que estaban cerca de ellos, rió apenado al notarlo. Arrepentido de sus actos bajó la cabeza sintiendo como sus mejillas comenzaban a arder.

—Hey— hizo un puchero— no hagas eso Lee Know— acarició una de las mejillas de éste—. Tranquilo, eres muy inteligente. Sólo necesitas relajarte un rato. De esta manera, no conseguirás más que estresarte.

Ahí estaba. Lo que necesitaba.

Porque cada vez que Jisung estaba cerca de él, una inmensa tranquilidad invadía cada parte de su cuerpo. Se sentía libre de presión.

Torpemente asintió y le dirigió la mirada aún sintiendo pena por haber reaccionado de esa manera. Sí, estaba alterado porque llevaba casi una hora tratando de entender el tema y no lo conseguía.

—Perdón...

Jisung enterneció al ver los ojos brillosos de el otro y sonrió como un gran idiota enamorado.

—¿Por qué me poder perdón a mí? Deberías pedirle perdón a tu computadora, no a mí.

—También a ti, no debí reaccionar así frente a ti— torció sus labios.

—Está bien, conmigo no hay problema. Sé lo estresante que es no entender algo— se acercó ligeramente a él para depositar un beso sobre su mejilla— pero no es manera de desahogarse. Se puede volver un mal hábito.

El calor subió al rostro de Minho al sentir los labios de Jisung sobre su mejilla. Seguía pareciendo irreal el avance que habían tenido.

No habían confesado sus sentimientos, aún así ya sabían que los dos estaban atrapados. Después de aquella noche en la cual habían dado un gran paso, siguieron hablando como normalmente lo hacían. A causa de que aún seguían las vacaciones pudieron lidiar con el simple hecho de hablar por mensajes.

Para el día de regreso a clases, cuando Jisung vio a Minho, lo primero que hizo fue lanzarse a sus brazos para decirle lo mucho que le había extrañado sin importarle que varias personas presenciaran la escena.

—¿No deberías estar en clases?— cambió de tema Minho.

—No que yo recuerde, los primeros y últimos descansos los compartimos— arrugó su nariz— ¿por qué? ¿te molesta que haya veni...

—No, no, era solo una pregunta— rió apenado.

—Mmm...— sonrió levemente— ¿debería creerte o no?

—Deberías— dijo entre dientes.

—Bien, adivina...— canturreó.

—Soy malo adivinando...— se rindió al instante.

—Bien...— infló sus mejillas— he recitado bien así que... redoble de tambores— empezó a hacer el sonido haciendo que Minho soltara una risa por la ternura— me he librado del mentor por las siguientes dos clases, soy genial.

—Felicidades— comenzó a dar aplausos sin hacer mucho ruido o si no estarían en problemas.

—Gracias, gracias— dio reverencias entre risas— mi agradecimiento especial va dedicado a Lee Know el anciano por ser una gran inspiración para mí.