𝑪𝒐𝒎𝒆 𝒕𝒐 𝒎𝒆 [𝑴𝒊𝒏𝒔𝒖𝒏𝒈]

6» ironía que une

—He peleado con mi mejor amigo— soltó un suspiro.

—Lo sien...

—No es nada. Ya no podía seguir soportando lo idiota que ha llegado a ser— esbozó una media sonrisa—. ¿Alguna vez has tenido un mejor amigo?

—Creo que no— encogió sus hombros mientras intentaba recordar algún mejor amigo, pero nada venía a su mente. Sus amigos eran especiales y no consideraba correcto que alguno de ellos tuviera una etiqueta más 'especial'.

—Mmm, pensaba decirte que esperaba que no fuera como el mío, pero ahora que has dicho que no, arruinaste mi diálogo— hizo un leve puchero.

—¿Por qué... tanto problema con tu mejor amigo?— Minho arqueó una ceja.

—Es un idiota. Es todo. Su novia lo controla y él no dice nada porque está 'enamorado' ¡tonterías!— gruñó—, Irene es una manipuladora, la detesto.

—Odiar es malo— infló sus mejillas.

—Lo sé— rió apenado—, pero si odias a Irene, entonces no es malo— guiñó el ojo.

Minho soltó una risita al escuchar aquello.

¿Cómo habían llegado a esto? Ni siquiera él lo sabía, de repente el desconocido asesino serial se había vuelto un compañero con el cual tocaba diferentes temas, temas que siempre empezaba Jisung. Minho aún tenía problemas para comunicarse.

—Cómo te decía, he peleado con Chan y creo que no me arrepiento— hizo una mueca—, se lo merecía...

—¿En verdad?— lo miró con sorpresa.

—No sé cómo explicarte— suspiró—, su novia lo manipula Minho, está demente. Me intentó emparejar con su mejor amiga, quién obviamente no está interesada en chicos. No puedo imaginarme lo terrible que se debe sentir al tener que fingir solo por ella, luego me emparejó con su amigo y Chan se lo permitió porque necesitaba 'atreverme' a nuevas cosas— rodó los ojos—, tengo el corazón roto, no estoy urgido o algo por el estilo.

El corazón roto...

Minho hizo una ligera mueca.

—Lo si...

—Descuida... ¿por qué te disculpas Minho? no es tu culpa— acarició una de las mejillas del mayor.

—No sab... bueno, ya sabes... tú c...

—Tranquilo— soltó una risita demasiado adorable—, yo debería disculparme por incomodarte... cuando agarro confianza. No dejo de hablar.

—¿Me tienes confianza?— preguntó sorprendido. Sus mejillas tomaron un color rojizo a causa de la emoción que sintió.

—¿Acaso no es obvio?— arqueó una ceja—, si no te tuviera confianza, no estaría aquí contándote mis desgracias...— bufó—. En fin... ¿tú que me cuentas?— sonrió al ver las mejillas de Minho. Consideró que se veía muy tierno.

—Nada— hizo una mueca—. Mi vida es aburrida— admitió con pena. 21 años, no amigos, no fiestas, no salidas, ni sorpresas. Sólo él y la lucha por sus sueños.

—Mmm— arrugó su nariz—. ¿Alguna novedad en tu trabajo a parte de tener que lidiar con personas como yo?

—Nope. Todo es normal— encogió sus hombros.

—¿No tienes algún pasatiempo?— sintió incomodidad. Minho era muy díficil de entender.

—No tengo tiem... leer— rió—, leo en mis tiempos libres.

—¿Por qué?— ladeó su cabeza mientras hacía unos cuantos gestos graciosos.

—Me gusta— dijo con honestidad—, me gusta leer.