Hötel Dumört

2

Pasó una semana después de estar limpiando, pintando y arreglar el jardín para que se pareciera lo máximo posible a un hotel. A mi siempre me daba escalofríos cada vez que entraba al hotel pero tendría que acostumbrarme tarde o temprano ya que iba a estar ahí metida parte de mi vida hasta que tuviera unos 18 años y dejaría a mi padre ponerle los cuernos a mi madre las veces que quisiera. Pase el resto de los días metida en mi cuarto escuchando musica, leyendo el mismo libro una y otra vez y de vez en cuando salia a fuera del hotel a fumar.

Mi madre y mi padre estaban todo el día intentado que el hotel se viera bien, aunque los tres sabíamos que era imposible.

Me desperté al día siguiente en el salón del centro, estaba oscuro con las seis ventanas abierta de par en par y el viento hacia que las cortinas se movieran. A las 8:15 sería el primer día de clases aquí en Alaska y todo indicaba a que iba a ser una auténtica mierda.

Clase de Biología a primera hora, perfecto pensé, aunque podría ser peor podría haber sido gimnasia, no me gustaba la idea de estar sudada a primera hora con el pelo pegado a mi cara por el sudor. Me tocó con un chico muy extraño, si hubiésemos hablado nos ariamos amigos enseguida, los dos eramos parecidos, lo único que sabia es que su nombre era Patch.

Le había preguntado que si era de aquí, de Alaska, pero el parecía no escucharme.

-Sabes, yo tampoco soy de aquí, no conozco a nadie.- le dije casi suspirando, el solamente me miró, me dio una sonrisa de lado y dijo -Yo no soy de aquí, soy de un lugar que nunca pensarias que existiera.

-¿Tienes novia?.- dije riborizandome.

-No tengo tiempo para eso, ahora mismo tengo que concentrarme en mis negocios. Lo miré con una cara de ¿estas de coña? Solo tienes dieciséis años ¿como mierda vas a hacer negocios?  Y me quede en mi sitio (al final de la clase) observándolo. Él se levantó todo vestido de negro y se fue. Nunca volví a saber nada de el.

Salí de la clase pensando en lo extraño que había sido la situación. Las horas pasaron y yo como siempre no me había sociabilizado con nadie, ellos se lo pierden.

Me fui a casa y mis padres estaban en recepción con una botella de champagne celebrando la abertura del hotel.

-¿Quieres un poco cariño? No te pasará nada por un vasito.- pregunto mi padre pasandome un vaso de plástico con poca cantidad de champán.

-¿Habeis traído pizza?- dije pasando del vaso que mi padre sostenía.- Por cierto, he bebido cosas peores.

-No hemos traído pizza, es la inauguración de un hotel no de una pizzería.- dijo mi padre riéndose de su propio comentario y ignorando mi segundo comentario.

-Imbécil.- le dije con mi cara de asco- ¿como le pudistes poner los cuernos a mama con lo idiota que eres?.- cogí mi mochila y subí por mi habitación sin escuchar a mi madre protestar.

Mientras caminaba por el pasillo ví el baño tan abierto llamándome... Entré,  me prometí no hacer esto otra vez pero vistas las circunstancia. Saqué del pequeño armario de medicinas un objeto plateado y empecé a cortarme, la sangre caía de mi brazo y goteaba en el water, mientras lo hacia pensé que tenia gracia que guardara eso en el armario de las medicinas, cuando lo que quería era cortarme hasta morirme. Noté que alguien aparecía en la puerta, un chico rubio alto de unos diecisiete años uno mas que yo y me decía -Si quieres suicidarte deberías de empezar por cerrar la puerta.- me lo decia mientras cogía el pomo de la puerta esperando una respuesta.

-¡Quien eres tu! ¡Que haces aquí!.- se lo dije chillando no porque estaba mosqueada si no porque había entrado asustandome. Él simplemente me guiñó el ojo mientras apretaba su mano contra el pomo de la puerta y se fue.

Estuve toda la noche pensando en aquel chico, era perfectamente perfecto. Unos minutos antes de quedarme profundamente dormida recordé que mi padre me había dicho que tenia un nuevo cliente en su clínica llamado Evan, el estaba completamente loco, su madre le habría pedido a mi padre que fuera a sus consultas.

Lo que yo no sabia era porque el estaba aquí.

Evan estaba completamente loco.