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Aún no había llegado la hora pero Jessica se encontraba de parto. Estaban en su dormitorio cuando empezó a chillar. Se delantaba cuatro meses.

-Pero cariño es imposible que vayas a tener el bebe, aun no es la hora.- dijo mientras corría del baño hasta el dormitorio donde estaba su mujer en el suelo retorciéndose del dolor.

-¡Dile tu cuando tiene que salir!.- seguía en el suelo.

-Vamos a llamar al médico.- cogió su teléfono pero no había señal. Casi nunca había señal en el hotel y era un milagro cuando solo había una raya.

-¡Y que vamos a hacer!- Jessica estaba en el suelo agarrándose la barriga.

-Voy a llamar a Taissa.- cogió y salio corriendo del cuarto.

-Estupendo- se intentó levantar para ponerse encima de la cama pero no pudo- ¡Mierda!.

-Espero que me hayáis llamado para algo import... ¡Mama!- corrió a ella y la intentó ayudar a ponerse encima de la cama.- mierda, mierda, mierda- miró a su padre- podemos preguntar si hay algún medico en el hotel ya que no va a poder venir ninguna ambulancia- ¡no hay tiempo! ¡va a salir ya!.

El padre salio de la habitación.

-¡Mama! Tranquila, no va a pasar nada malo, ¿es solo tener a un hijo? Eso ya lo has hecho antes- dijo acercándose a ella y acariciándole el pelo.

-Si, y no lo he hecho muy bien- miro a Taissa que la miraba con cara de pena, abrió la boca para decirle que la quería pero Ryan entro por la puerta con otro hombre mas.

-Este es Hatler un medico de Portland- lo miro con cara de haber hecho un buen trabajo encontrándolo y sonrió.

-Hola, veamos que esta pasando por aquí- cogió una silla y se puso en posición.

-Taissa hadlo por mi, vete al pasillo, por favor- mi madre le faltaba el aliento, apenas podía hablar y se notaba que le estaba costando respirar.

-Vale- dije acercandome mas aun a ella- no pasara nada, eres fuerte, me quedare en el pasillo esperando- me dirigí a la puerta y me apoye contra la pared dándole la espalda a la puerta.

-Bueno, vamos a comenzar, Ryan ¿podrías cerrar la puerta?- dijo sin quitar ojo a mi madre.

-Por supuesto señor- fue hacia la puerta y la cerro suavemente, me estaba diciendo algo pero no lo escuché.

Estuve ahí todo el día esperando que apareciera alguien de afuera de la habitacion y me dijera que todo estaba bien. Estaba apoyada contra la pared, mi cuerpo relajado pensando en mi madre cuando escuché unos pasos de tacones acercarse a mi.

Era Emma.

-Hola, guapa ¿que haces aquí sola en la oscuridad?- se puso enfrente de mi y sus ojos se clavaron en los mios.

-Mi madre esta en la habitación con el doctor Hatler, va a tener un bebe.

-Hable el otro día con tu madre, creo que no me dijo que lo iba a tener ya.

-Se ha adelantado.

-Ya veo,creo que debería de entrar, soy íntima amiga de tu madre.

-¿Conoces a mi madre?- dije muy sorprendida.

-Claro que si, una no se pasa aquí todo el día metida sin hablar con nadie- echó su cabeza para atrás y empezó a reírse, se despidió suavemente con su mano y entró en la habitación.

Me quede unas cuantas horas después de que Emma entrara a la habitacón y solo saliera algunas veces a por toallas húmedas. Escuche salir de la habitación un fuerte chillido y mis pelos se pusieron de punta.

Era mi madre.

Sin saber como, mi cuerpo me llevo flotando hacia la habitación. La habitación estaba llena de toallas llenas de un liquido rojo. Era sangre. Me acerqué a mi madre que estaba sudando y le di la mano, inspeccione la habitación buscando a mi padre, él estaba en un asiento con las manos apoyadas en la cabeza y  Emma con el bebe en brazos.

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⏰ Última actualización: Mar 01, 2015 ⏰

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Hötel DumörtDonde viven las historias. Descúbrelo ahora