capítulo I Bandalismo, no...

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-¡¡JODER!!-corría con todas mis fuerzas-¿se puede saber qué hiciste?

-¿tu qué crees?

El y sus miradas, es impresionante. Corría como una liebre, a grandes zancadas, con el pelo todo alborotado. Destellaba en la oscuridad su cabello rubio. Reía sin fin, estaba totalmente ingullido por la adrenalina.

-¡vete a casa! ¡Ya te contaré mañana que ha pasado!-respiraba muy agitado.

Se paró en seco para que me quedara a su nivel.

-¿qué hiciste?

-quiero que lo veas mañana, en clase. ¿vale?

-esta bien-me depositó un suave beso en mi frente.

Dos horas antes:

-¿si?-pregunté a la persona que se encontraba tras el teléfono.

El número era desconocido y son las tantas de la noche. Se podrían haber equibocado.

-¡al fin lo cogiste! Soy yo.

-¿Leni? ¿Se puede saber por qué me llamas a estas horas?

-vente a la puerta del instituto. Tienes 10min.

-estas loco. Son...-miré mi reloj de sobre mesa- ¡SON LAS 4!

Me había despertado, en mitad del sueño. ¿Para qué? Para despertarme a causa de que él seguramente, no podrá echar ojo. Leni es mi mejor amigo, pero hay días que roza sus límites.

-pero...-fui cortada al escuchar el pitido del teléfono, me ha colgado.

-será...-maldecí en voz alta.

Me quedé en frente de mi armario, esperando una señal divina para saber que ponerme.

-ahora a saber que coño me pongo.

Me puse mis pantalones negros jaspeados, mi sudadera favorita, la que me regaló Leni el año pasado, cuando cumplí los 16, en ella se asomaba mis dibujos favoritos. Epi y Blas. Con las vans negras ya puestas, salí como una bala de micasa, con cuidado a no despertar a mis padre y mi hermanito.

Saqué del garaje la bmx y salí zumbá al encuentro con Leni.

Ahí lo encontré, apoyado en la puerta metálica esperandome.

Como de costumbre, con sus vaqueros pitillos grises y su chaqueta abrochada asta el tope de sudadera y vaquera. Una chaqueta que yo misma le ayudé a encontrarla.

-¡espero que no sea una pérdida de tiempo!- le di un puñetazo suave a su brazo.

-shh-me mandó callar.

Detrás de el, saco la mochila. Estuvo un rato rebuscando para sacar unos botes de esprait.

-pero que...

-tu esperame esto será nuestra mancha.

-que mancha ni que leñes. Me vas a explicar que quieres hacer.

-será sorpresa-me lanzó su mochila. Que la atrapé gracias a mi estómago.

Unoss segundos tuve para ver que tenía dentro, pero al levantar la vista lo encontré arriba del todo de la puerta, escalandola.

-¡eh!-tarde, se escapó.

Pasó casi una hora y mientras tanto, rebusqué en su mochila en busca de algo para divertirme.

Na, cosas típicas, un paquete de tabaco, un bote se sangre falsa, para gastar bromas, y... joder, un arsenal completando toda la gama de colores, un nontón de botes de esprai, faltaba el rojo, blanco y negro, pero los demás estaban dentro de esta mochila a lo Meri Popins.

Un ruido pe asustó, proveniente de la puerta, alcé la mirada para encontrarme a Leni a punto de saltar.

-corre-me abisó antes.

Me quedé unos instantes pensativa. Y luego reaccioné,corrí tras él.

Presente

El sueño no volvía, esta impaciente para saber que trastada había echo ahora.

Solo esperé hasta que mi alarma sonara.

¿real o fantasía?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora