capítulo V

31 0 0
                                    

Me desperté a causa del teléfono. Empiezo a pensar que tengo un sexto sentido, cogo el teléfono un instante antes de que suene.

En la pantalla pude leer Mamá.
-qué querrá-lo decía a mi misma.
-no lo se, tu descansa-una voz me sobresaltó, callendo fuera de una cama de matrimonio, espera mi cama no es de matrimonio.
Rasqué con mis ullas el suelo, encontrandome una moqueta gris oscura. Esta no es mi moqueta. Levanto la mirada, mirando a rras de la cama. Ese no es mi peluche.
-hola...-que estupida soy, eso es todo, un estúpido hola.
Suelta una pequeña risita.
Espera, yo a este tio ya lo conozco. Me quedo pensativa.
-tranquila cariño, soy yo. Cameron-una chispa prende mis recuerdos, explotando en mi mante.
Joder, me capo en todo, ayer...
Dios, ayer, Leni y luego Cameron, que narices estoy haciendo con mi vida, por qué no me paro a pensarlo. No, a la ventura!
Agacho la cabeza y me encuentro en que estoy completamente desnuda y a él lo único que le cubre es un fina sábana de seda.
-Ca, ca..
-ahí tienes el lavabo- me ruborizo.
-no, no. Dame mi ropa-en ese momento, en sus ojos encuentro una chispa pícara.
Mala señal.
Se levanta lentamente. Deja ver su abdomen musculoso, después su gran uve, despiés va bajando más la sábana. Esta completamente enfrente de mí, desnudo. Siento como todo el nerviosismo me puede, aparté la mirada.
-perdoname-escucho pasos-no quería incomodarte.
Al abrirlos, me encontré en una situación no tan peliaguda como antes. Se había colocado los boxers y estaba de espaldas a mí, con las manos sobre la nuca.
-oye, ayer...-suelta un suspiro-se nos fue de las manos...y...creo que lo ideal es que...comencemos de nuevo.
La verdad, sí, se nos fue de la mano. Al sentir una corriente a aire, me di cuenta que seguía en el sueno sin vestir. Sin que se girara, rebusqué por todas partes mi ropa, encontré su camiseta y mi ropa interior.
-qué tal si lo hacemos...-me pongo pálida al escuchar eso-como todo el mundo...una cita?
Dios, sentí un gran alivio. No es que no me gustó, solo que ahora tengo la suficiente cabeza para recordar que le he dado mi virginidad. Levanté la vista y le encontré en que estaba sentado encima del escritorio, con la cabeza gacha.
-creo, que, me tengo que ir...-su gesto cambió. Sus múculos se tensaron, con la misma posición, pero, dolido.
-no...otra no...-ahora cambia, es como si se derumbase, con la cabeza un poco alta, lo suuficiente para mirarme.
-qué quieres decir?...-sus ojos se humedecen y me muestra una mirada gélida.
-vete, ya.
Parecía que estaba a punto de derrumbarse, lo mejor sería irme.

Abrí la puerta con el menor ruido posible.
Mierda, ya son las 8 mi madre se habrá ido a trabajar, mi padre estará a punto de llegar de pasear a Nelo y mi hermano durmiendo como un castor.
Fui directa a mi cuarto, me encerré en él. Tumbada en mi cama y a punto de estallar en lágrimas, con la esperanza de que mi teléfono me distrajera pero...
-ME CAGO EN LA PUTA...-nooo, mi teléfono, me lo olvidé en su casa.
Me tocará volver...pero, como se lo tomará...

¿real o fantasía?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora