For you | Max Verstappen ✅

Capítulo 19: Advertencia

11 de mayo de 2021, Montecarlo, Mónaco

—Max, deja de dar tantas vueltas, ya me tienes mareada - bromeó mi hermana - ¿Porque estas tan nervioso?—.

—Por nada - sentándome en el sofá - Es que estoy esperando una llamada importante y no sé que se que hablaré con la persona—.

—¿Y quién se supone que es? - cuestionó la rubia—.

—Mijn schoonvader - respondí en neerlandés—.

—¿Nelson Piquet? - me miró confundida - Creí que habías terminado con Kelly—.

—No es él - agarrando mi celular - Luego te explico, ¿si?—.

—Okay - asintió - Pero ya cálmate, al paso que vas, harás un pozo en el piso—.

—Lo intentaré, pero no prometo nada - levantándome del asiento - Ahorita regreso, ¿quieres algo de comer o te traigo algo para Luka?—.

—Estamos bien - sonrió - Sólo dale mis saludos a tu nueva novia, espero conocerla pronto—.

—Pronto lo harás - tomando mi gorra - Te veo más tarde—.

—Con cuidado, Max - abrazándome - Todavía quiero ver a mi hermano correr aquí y no verlo metido en problemas, ¿si?—.

—Claro - dejando un beso en su frente - Adiós, campeón - le di un beso en la frente a mi sobrino y este soltó una risa—.

Tomé las llaves del auto y salí de la casa, me subí al coche y empecé a conducir hacia el departamento de mi enana, ya que según ella, por fin pudo regresar al lugar y dejar esa casa que no le gustaba, aunque no era tan mala.

Mi celular empezó a sonar, pero no pude contestar, así que mejor aceleré el auto y llegué hasta el estacionamiento del edificio, busqué el sobre de la prueba de ADN de Sam y Matt y baje del coche con las llaves guardadas en la chaqueta, el celular y el sobre en la mano.

Me sentía algo nervioso por esa llamada y es que se trata de la persona que más mal me ha caído en las últimas semanas o por lo menos desde Portugal.

Entré en el edificio y subí por el ascensor hasta el piso correspondiente, pero mi celular no dejaba de sonar, así que tomé algo de aire y contesté la llamada de mi suegro.

—¿Diga? - hablé primero—.

—Habla el papá de Samantha - contestó el señor - ¿Qué pensaste sobre lo que te dije la semana pasada?—.

—No me alejaré de ella, ya se lo dije - solté un suspiro - Yo en serio quiero estar para ella, no la voy a dejar sólo porque usted quiere forzarla a tener una relación con alguien que no la valora—.

—Esa voz me agrada - soltando una risa sarcástica - Sabía que te ibas a negar - me quedé en silencio - ¿Te preguntaste porque el monoplaza no rindió como debía el fin de semana?—.

—¿Usted alteró el sistema? - pregunté tratando de mantenerme tranquilo—.

—Yo no me voy a ensuciar las manos - con esas palabras me quedó todo claro - Pero le puedo pagar a alguien para que haga el trabajo sucio por mi—.