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Capítulo 49: Celos

13 de agosto de 2021, Mugello, Italia

(N.O)

—Me alegro de que hayas conseguido la pole - sonrió la castaña al escuchar la noticia de quien era su compañero de equipo en la Indy Car—.

—Si, es la tercera en mi vida - soltó una risa - ¿Y tú como vas?—.

—Gané el campeonato con 300 puntos - suspirando - Tiene como tres horas que terminé la última carrera, y salgo en la madrugada para Bélgica—.

—Que rápido se pasó todo eso—.

—La verdad es que si - soltó un suspiro - Pero bueno—.

Siguieron hablando un poco más y colgó la llamada con el chico, siguió guardando sus cosas y dejó la maleta cerca de la puerta y salió de su habitación para ir a ver a su padre y hermanos, los cuales estaban en el restaurante del hotel.

Se detuvo frente a las puertas del ascensor y estuvo revisando su celular, mientras esperaba a que la otra persona saliera.

Ella había estado pensando en su pasado y algunas cosas le parecían confusas, sin embargo, sentía que no se lo podía contar a nadie, pues era un asunto solamente suyo.

Al cabo de unos minutos, se abrieron las puertas del ascensor y salió un chico de cabello algo rizado de color castaño oscuro, la saludó y posteriormente ella ingresó en dicho lugar para poder bajar.

—Me gusta como usas mi camisa - se burló Liam - ¿De dónde la sacaste?—.

—¿Es tuya? - le cuestionó sorprendida—.

—Si - asintió el neozelandés - Pero bueno—.

—Jüri fue quien me lo dio - se defendió la chica - Toma, traía una playera por debajo—.

—Lo voy a colgar - negando - Quedátelo, no hay problema—.

Le dio un abrazo y así se quedaron hasta que el ascensor bajó al primer piso, salieron y a la primera persona que vieron, fue a Jüri, que estaba sentado en una de las sillas de la recepción, bebiendo lo que parecía ser una bebida de cola.

—Tu y yo hablamos luego, idiota - le dijo Liam a Jüri y este se empezó a reír—.

—Amargado - levantándose del asiento—.

Liam entró en el restaurante y Jüri junto con Ángel salieron del hotel, afuera estaba Michael junto con Dave, el chico la abrazó por los hombros y se unieron a la plática sobre lo que había sucedido en las carreras del karting, pero ahora era enfrentarse a algo más fuerte.

—Cuidado con esa mano, te estoy vigilando - bromeó Michael—.

—No se preocupe señor Manchester - le guiñó el ojo - Me gusta su hija, pero la respeto mucho, no dejaría que le hicieran algo o al menos yo no le haría nada malo—.

—De cualquier forma, sólo estamos previniendo esto - añadió Dave—.

Dejó un beso en la frente de ella y siguieron charlando de cosas, al mismo tiempo que Tom los veía algo molestos, se estaba mordiendo los labios para no decirle algo a ese chico que era tres años menor que él.