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Capítulo 23: Calma

22 de mayo de 2021, Montecarlo, Mónaco

—Cállate y sirve de algo por una vez en la vida - le dije a mi hermano - Toma esa cámara y ponte a tomar fotografías—.

—Uts, uts, que delicadiux - tomando la cámara - Veré a quien me encuentro—.

—No sé cómo es que somos hermanos - colocándome la gorra—.

—Shhh - me calló - Así me quieres—.

—Si, si, si, ya a la chingada - empujándolo fuera de la cabina - Vete—.

—Amargada - riéndose—.

Me reí una vez más y me coloqué los cascos para seguir haciendo mi trabajo en la cabina, mientras que Christian sólo estaba en el box con los demás y Pierre (el jefe técnico) me apoyaba en guiar a Max y Checo.

—No te rías, no llores - dije al terminar de colocarme los cascos—.

—No tengo ganas - respondió el holandés desde su monoplaza - Sólo quiero correr y ya—.

—Me lo dije a mi misma - riéndome - Pero bueno, es bueno que me digas como vas—.

—Pues más o menos, el clima nublado de la ciudad no ayuda mucho sólo hace que parezca el peor día - soltó un bufido - Pero no se puede cambiar eso—.

—Si, si, si - me concentré en lo demás - Sube de una vez y sal a esa pista, sólo me desconcentras en mi trabajo—.

—Esa es la intención - soltó una risa—.

—Vas - y ahí terminó nuestra plática—.

El inicio fue casi tranquilo, no había tantos problemas de que quejarnos, pero en Aston Martin y Haas vaya que si los hubo, un claro ejemplo es que Mick Schumacher no estaría en la qualy, por el accidente en la FP3.

La única desventaja de este circuito es que al ser tan estrecho, no permite los rebases tan seguidos, así que el tráfico entre equipos era algo común, pero verdaderamente irritante, sobretodo para nosotros.

—Ellos son los favoritos para ganar en Mónaco, tienen todo para serlo, este trazado no es para nosotros y admito que fallamos aquí - recordé las palabras de Wolff la semana pasada—.

Tenía cierta esperanza de que sería un buen día, pero conforme pasaban los minutos, las uñas se quedaban al límite, mis nervios estaban al mil.

—End of Q1 - me habló Pierre - Empieza la segunda ronda—.

—Si - asentí—.

Minutos después

Abracé al holandés y escuché un suspiro de su parte, sabía que no era lo que él esperaba, pero no podíamos hacer nada, más que ver la decisión de la FIA al revisar el Ferrari de Leclerc, aunque yo presentía que no pasaría nada, pero me puedo equivocar.

—No sabes quién está aquí - apareció mi hermano ha blando en un hilo de voz - Y tuve que hacerte caso con las fotos—.

—¿Quién está aquí? - separándome del abrazo con Max—.

—Habla - me apoyó Max—.

—Hola - habló una voz detrás de mi hermano, pero con acento tan marcado como el de George y Lando—.

Diego se hizo aún lado dejando ver a... Tom Holland, cosa que nos sorprendió tanto a Max, Diego como a mi, pero él mismo nos contó que Christian lo había invitado, aprovechando que estaba aquí en Mónaco.