Capítulo 37: Space food

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27 de junio de 2021, Red Bull Ring, Austria

Max Verstappen

Al terminar de festejar en el podio, bajé para ir a beber algo e ir con las entrevistas y dar mi opinión sobre todo lo que había pasado en este fin de semana, pero teniendo que me alguien me preguntara algo sobre el aspecto personal.

Todo iba marchando sobre ruedas, eran preguntas de la carrera, sobre cómo me sentía y también sobre mi opinión en quien me gustaría que fuera mi compañero, pero traté de ser sutil en mi respuesta.

—¿Es cierto sobre lo que dijiste de Checo?—.

—¿De qué? - dije sorprendido—.

—Que te gustaría que siguiera en el equipo para el siguiente año - y con eso sabía de lo que estaba hablando—.

—Si, pero dependerá de lo que pase en cada carrera, porque Pierre también quiere ese asiento de vuelta y solamente queda ver quien hace mejor su trabajo - respondí franco—.

—¿Y sobre tu victoria aquí?—.

—Estoy muy emocionado por esta gran victoria, por ganar en casa del equipo y poner a Red Bull en lo más alto - sonreí—.

—Vaya que lo has logrado - me apoyó el entrevistador - Fue un gusto poder hablar contigo—.

—Igualmente - colocándome la gorra—.

La verdad es que no me sentía emocionado por esto, ya que no tengo las ganas suficientes como para celebrar, ahora que Sam está desaparecida y sería algo incorrecto.

Regresé al motorhome y me cambié de ropa, guardé algunas de mis cosas y tomé la mochila para poder irme, sin embargo, alguien me detuvo cuando iba de camino al estacionamiento.

—Hola Max - era un fan - Felicidades por tu gran trabajo hoy—.

—Gracias, hermano - chocamos puños—.

—Hice unos brownies especialmente para ti y para Sam - nada más sentí como el corazón se me terminaba de romper—.

—Gracias - tomé la bolsita - Espero verte aquí la siguiente semana—.

—Claro que si - y le regalé una de las gorras que traía en mi mochila—.

Seguí caminando y al llegar al estacionamiento, ahí estaba Diego, que me llevaría hasta el hotel y poder descansar un poco, así que ambos nos subimos y él empezó a conducir fuera del lugar.

Tenía ganas de decirle de una vez al mundo que mi enana estaba en quien sabe donde, sin embargo, no me quería meter en problemas, pero como dice Andy, "Tarde o temprano todo se sabe", así que espero que sea tarde, para tomar el valor suficiente y hablar con los demás.

—¿Nos acompañas a comer? - habló mi cuñado—.

—Si - asentí - ¿Y si mejor ustedes van a mi habitación a comer conmigo?—.

—Perfecto - asintió—.

Yo saqué mi celular y tenía algunos mensajes de mi familia felicitándome por esa victoria y dándome apoyo moral por lo de Sam. ¿Cómo puedes fingir estar feliz ante el público cuando te está llevando la mierda?.

Al llegar al hotel, yo me adelanté para poder acomodar las cosas del comedor y darme una ducha rápida sentirme más a gusto con los chicos.

(***)

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