Pascua

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Un par de meses habían pasado, las relaciones de aquel pequeño grupo se hacían más estrechas. Benjamín se preguntaba si realmente estaba destinado a vivir solo por el resto de su vida y conformarse con ver a sus mejores amigos enamorados cual bobos. En este momento sentía su rostro tensarse ante la turbia imagen que se desarrollaba frente a él.

-¿Qué sucede?- preguntó Dome uniéndose al jovencito apunto de regresar su almuerzo.
-Llevan una hora así.- señaló a los dos jovencitos.
-¿Por qué no los detienes?
-Realmente amo vivir, no quiero que Joong me asesine por interrumpir sus momentos con su novio.
-Una hora.- repitió el jovencito abriendo un paquete de alga seca.- ¿No tenían que reunirse con Pavel para su cita?
-Ve y díselos si piensas que puedes ingresar en su burbuja.
-Llamaré a Pavel.
-Es la mejor idea que pudiste tener.

Joong escuchaba a sus amigos murmurar pero era algo que no le interesaba en lo más mínimo, su misión del día era llenar su móvil con fotografías de su adorable novio. Nine amaba las pascuas y cuando Pavel mencionó que su clase haría una búsqueda de gallinas de chocolate no dudó en inscribirse a pesar de que una de las reglas era usar orejitas de conejo. Joong creía que todo aquello era una ridiculez pero en el momento en que sus ojos vieron a su pareja con aquella diadema supo que tenía una nueva época favorita del año.

-Ahora si debo irme.- dijo el mayor.
-Una más.- levantó un dedo.
-Eso dijiste hace quinientas fotos.
-Es que te miras muy lindo.- mencionó a tiempo que guardaba su móvil.
-Ven aquí.- movió la mano para apoyar sus palabras. El más alto caminó hasta el mayor y este le tomó de la mano.- Puedo usarlo para ti después.
-¿Lo harías?
-Claro, no veo el problema.

Las personas a su alrededor los observaban con curiosidad y muchos otros con molestia. Joong podía vivir siendo juzgado por la sociedad siempre que pudiese sostener la mano de su hermoso novio. Nunca antes había sentido a su corazón tan feliz y viviría haciendo orgulloso a su pareja. Llegaron a la parte trasera de la universidad en el gran campo de carreras que se encontraba decorado con la temporada. Los ojos castaños del mayor se iluminaron ante cada detalle y comenzó a tirar de la mano que lo sostenía.

-¡Vamos, vamos!
-Estamos a tiempo.
-Quiero que nos tomemos fotos en ese lugar.- señaló un arco de globos con conejitos falsos y accesorios.- ¿Podemos?
-Claro que sí.

Joong no podía decirle que no a la hermosa y brillante sonrisa del superior. Pavel era el fotógrafo y al verlos tomar accesorios no pudo evitar mofarse de su acaramelada actitud ¿Era su amigo el indicado para burlarse de él? La respuesta llegó rápidamente cuando Dome hizo su aparición. Aunque se encontraba enamorado ver a sus amigos aun le asqueaba por su dulzura. El recién llegado abrazó a su novio por el cuello y le dio un beso en la mejilla. Los ojos de Pavel se iluminaron al corresponder el abrazo de su pareja.

-¿Y yo estoy domado?- preguntó con aire de superioridad.
-Ambos dan asco.- los dos jovencitos se giraron para encontrar a Benjamín observándolos mientras comía un trozo de su pastel de zanahoria.- Así que no deben de ver quien está domado, a mis ojos ambos lo están.
-Eso no es cierto.- respondieron ambos amigos a coro.

El mayor llegó con una capa entre sus manos y se abrazó al brazo de su pareja con unos ojos que rogaban que se la colocara. Joong levantó su mirada para encontrarse con una sonrisa enorme de parte de Benjamín. Quería negarse pero todos los que los observaban sabían que no podría hacerlo. Tomó la capa roja con bordado naranja y la colocó alrededor de su cuello.

-Te miras lindo.- reía Pavel.- Colóquense para la foto.
-Voy a matarte.- le gruñó Joong.- Estarás solo cuando la competencia comience.

Pavel no pudo tomar las primeras fotografías de manera correcta y todas terminaron viéndose borrosas. Benjamín comenzaba a pensar que tener pareja debería ser lo mejor para su soledad. Su novia lo había dejado meses atrás y aun no superaba aquella ruptura. Sus ojos buscaron alguna persona que le llamase la atención pero no ocurría. Regresó a sus amigos. El superior se encontraba cargado cual princesa y su sonrisa dejaba claro que no le avergonzaba en absoluto. A Benjamín le agradaba Nine, era amable e inteligente. Agradecía ese día que abandonó a su mejor amigo, según su mente ambos debían agradecer aquel abandono. La pareja no decía lo mismo.

Black Nails- JoongNineDonde viven las historias. Descúbrelo ahora