Black Nails- JoongNine

Aniversario

Nine observó su desastre, suspiró y pasó el dorso de su mano sobre su mejilla manchándola con chocolate derretido. Era el primer aniversario con su fantástico novio y quería sorprenderlo con chocolates caseros pero era un claro desastre. Su actividad favorita era leer y la siguiente era la chocolatería, pero el material que había comprado por el doble de precio era realmente una estafa de nivel mundial.

—Odio esto. — arrojó la paleta de madera hacia un lado.

Quería darse por vencido pero ansiaba ver la sonrisa en el rostro de su novio. Llevaba un año completo juntos y Joong aún se sorprendía con cada pequeño detalle que le entregase, por más mínimo que este fuese el joven le agradecía como si se tratase de lo más increíble y especial que hubiese recibido nunca. Nine se encontraba profundamente enamorado y lo demostraba cada día, Joong no era diferente y por ello sus amigos les señalaban como los más acaramelados, tomando el lugar que antes le pertenecía a Pavel y Dome. Una broma interna que no buscaba humillar o minimizar su amor.

“Te veo en dos horas”. — leyó el mensaje de su novio.

“¿No podemos aplazarlo?” — trató de no ensuciar su móvil, sin éxito—. “Algo así como dentro de un año”.

“¿Sucede algo, cariño?”

Su corazón latió con fuerza ante la preocupación de su novio. — “No amor, solamente me quejo. Te veré dentro de dos horas.”

Nine tenía la sonrisa más grande y boba del universo estampada en su rostro. Insistió en que todo iba de maravilla hasta que se novio cedió. Joong se había comprometido a cocinar la cena para ambos y se encontraba ansioso por probarla. Continuó su batalla campal en contra de la olla refleta de chocolate pastoso. Su móvil comenzó a cantar con una alarma que le indicaba lo tarde que era. Suspiró, descartando el blanco y terminando su sorpresa con chocolate negro. Colocó su obra digna de la basura en el frio de su refrigerador y corrió al baño para darse una rápida ducha. Eligió su ropa cuidadosamente y pintó sus uñas de una linda combinación de rosa y blanco, cada día mejoraba con ello y le fascinaba.

Odió el limpiar su desastre y le declaró una guerra silenciosa al delicioso chocolate. Si bien normalmente todo iba de acuerdo al plan ese día todo estaba en su contra. Secó el último utensilio de cocina al momento en que escuchó las llaves tintinear afuera de su apartamento. Su corazón se volvió loco y la emoción se apoderó de él. Joong tenía su propia llave, algo que jamás le había entregado a nadie más que a él. La puerta se abrió y su hermoso novio entró por ella. Ropa que se le miraba espectacular y varios contenedores de comida. Caminó hacia él y tomó un par de los contenedores robando un beso rápido en el camino.

—El tráfico es realmente malo hoy.
Sonrió. — Lo dices como si hubieses conducido hasta acá.
Su novio sonrió en respuesta. — Bueno, tuve que escuchar como Benjamín se quejaba ello y sobre todo porque llegaría tarde a su no cita con Eve.
Colocó los recipientes sobre la mesa. — ¿Sigue con eso?
Se encogió a su lado colgando su chaqueta en el perchero. — Te digo que tiene miedo de lo que sucede entre ellos.
— ¿Por qué? Mi hermano es un gran chico y seguro que lo cuidará.
—No lo dudo, cariño. — se unió a él para terminar de ordenar la mesa—. Benjamín cree que haciéndolo formal hará que todo se arruiné.
Su ceja se arqueó.
—En sus relaciones pasadas todo era genial hasta que formalizaban la relación y lo dejaban para estar con la siguiente persona. Eve realmente le gusta y quiere disfrutar lo más posible lo que sea que hagan en este momento.
—Entiendo.
—Hola. — lo atrajo por la cadera y dio un suave beso en su cuello—. ¿Cómo estás?
Rodeó el cuello del más alto con sus brazos. — Ahora mucho mejor.

Se besaron tranquilamente, sin prisa. Ambos se encontraban ocupados últimamente con gestiones de sus carreras y trabajos para profesores que detestaban por lo que no habían tenido suficiente tiempo juntos. Las manos de Joong acariciaron su espalda con suavidad a tiempo que sus labios absorbían su labio inferior. Suspiró sin poder evitarlo, besar a su novio era de las mejores experiencias de la vida. Se colocó en puntitas para estar más cerca de él. El más alto no dudó en pegarlo a su cuerpo y profundizar el beso. Se necesitaban y le rogaba a todo lo bueno que jamás cambiase esa parte de su relación. Quería crecer, madurar y envejecer con su pareja pero el deseo y amor era algo que no debía hacerlo.