Prólogo

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Emma suspiró, ansiosa, sentada sobre su cama y con su teléfono en mano volteó a ver hacía la puerta, al día siguiente saldría de la gran ciudad e iría a Duskwood, por su puesto, solo basto la aprobación de los pocos miembros del grupo que aún creían en ella y por razones obvias no había mencionado nada a Jake, por fortuna él era incapaz de leer los chats en ese momento.

Antes de apagar el teléfono Emma observó el techo de su habitación, reflexionando sobre si era correcto salir de la comodidad de su hogar para conocerlos a todos en persona, hasta el momento poseía altas expectativas al respecto, entre ellas, conocer mejor a Thomas y hablar más profundamente con Dan, y una de las dos tareas sería más sencilla que la otra. Pero en el fondo sentía y sabia que no era lo correcto sin quererlo una de las frases de Jake vino a su cabeza, resonando en lo profundo de ella, como si hubiese oído alguna vez su voz real.

—No vale la pena el riesgo.

Duskwood guardaba muchos secretos, demasiados, Emma esperaba, no, quería desesperadamente encontrar al secuestrador o asesino de Hannah, quizás ambas cosas, solo de esa forma podría convivir tranquilamente con los amigos de Hannah, sin sospechas, sin divisiones y lo más importante con Jake. Muy a la lejanía Emma esperaba conocerlo en persona probablemente salir de ese horrible sitio y vivir juntos, aprender de él y ayudarle de forma real.

De todos modos, Jake era un criminal, buscado por el gobierno y un tipo de hacker, ese final estaba muy lejos de volverse real y a fin de cuentas era una fantasía, una fantasía que amenazaba con volverse remota, inexistente y pese al sentimiento correspondido, en realidad ahí no existía nada, el pelinegro no pensaba más que en Hannah y no había tiempo para esas imprudencias.

Sin embargo, lo único que poseía era un vacío, vacío que difícilmente se llenaría, no era algo muy serio, pero de todos modos llevar las investigaciones por si misma no era cómodo, para nada, por su puesto, sabia muy bien que hacer, pero sin el apoyo o presencia de Jake, encontrar a Hannah no era una motivación para todo su pequeño, aunque, agotador esfuerzo.

Emma cerró sus ojos con lentitud volviendo a imaginar su "final feliz" con Jake, se sentía algo tonta por pensar algo así, pero sabía que era algo mutuo aunque platónico a la vez, él era su motivación, al inicio solo lo era la curiosidad, pero ahora, solo lo era él y el objetivo de encontrar a Hannah, aún con la incógnita de no saber que ocurrirá tras encontrarla viva o no, Emma no podía evitar deprimirse ante la idea de que ahí terminase todo, era un arma de doble filo, Jake era su inspiración a la vez que su razón para desistir de las investigaciones.

En esos momentos, Emma se sentía en conexión con el universo, solo reflexionando y pensando en todo y a la vez en nada, en esos momentos, Emma se sentía sola, sola, vacía y completa a la vez; A veces reflexionar no era una buena idea si quería evitar crisis existenciales.

El teléfono sobre su mano vibro, ante la notificación de un mensaje de texto:

Sé que es algo tarde, pero...

Bienvenida a Duskwood, Emma.

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