Capítulo 3: -𝚁𝚊𝚒𝚗 𝚍𝚊𝚢 𝚊𝚗𝚍 𝚑𝚎 𝚜𝚞𝚗-

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-Thomas tú crees que...¿Jessy se haya marcado a si misma?-. Ante la ausencia de Jake, nuevamente, Emma se encontraba en Duskwood, por motivos evidentes el camino era algo desagradable, sin embargo, la verdadera recompensa se encontraba ahí en el Rainbow café disfrutando de la incómoda presencia de Thomas.

-No sé que creer...- Murmuró guardando silencio unos segundos- ¿Crees que Jessy dice la verdad? ¿Qué alguien testifico contra Phil?-. Tomó un sorbo de lo que parecía ser un café negro muy cargado.

Era un día lluvioso, las gotas de agua gélida pendían sobre un hilo tenso entre Thomas y Emma, a la vez que se escuchaban como olas a la orilla de la playa, gotas irregulares cayendo y salpicando sobre el escaparate del café a veces en masa y de a montones y a veces solas y dispersas.

-¿No has sido tú?- Emma guardó silencio bebiendo un corto sorbo de su chocolate caliente- Lo siento...Esto es difícil, no sé muy bien en quién creer o en quien no, trató de que todo parezca tan borde como sea posible ¡Pero es tan difícil!-. Emma alzó la voz, las gotas caían con tanta fuerza fuera del café que podía oírse como si estuviesen a la orilla del mar.

-Entiendo...-. Thomas bebió nuevamente de su café, aferrando la palma de sus manos alrededor de la taza en busca de un ápice de calor.

-Sé que Richy no ha sido, pero me es difícil asegurarlo no los conozco lo suficiente y decir que fue Cleo solo porque no se llevan bien realmente es absurdo...- Emma tomó otro sorbo de su chocolate caliente suspirando y observando como una pequeña nube de aire gélido salía de entre sus labios- El frío es muy repentino en Duskwood-. Una pequeña sonrisa apareció en el rostro de Emma, hace unos días había un sol brillante y le había parecido una novedad que esa pequeña nube de aire gélido saliera de sus labios al hablar.

-Así es- Thomas sonrió levemente- Este es el sitio favorito de Cleo ¿Te digo el porqué?- Emma asintió bebiendo más de su chocolate caliente, disfrutar de la compañía de Thomas en días como ese era gratificante para ambos, incluso si no era algo que realizarán a menudo- Dice que es el único sitio que hace competencia contra sus pasteles-. Sonrío nuevamente y de forma más amplia, Emma correspondió a su sonrisa imitando su gesto.

-Siento preguntar esto tan de repente, pero...- Emma palmeo las losas del suelo con sus zapatos algo ansiosa- ¿Por qué me has citado aquí? Podríamos decir que no nos conocemos en lo absoluto-. Emma sostuvo su sonrisa por unos segundos antes de terminar la pregunta, mantener ocultas sus emociones por tanto tiempo no era algo que le acomodara en lo absoluto.

-Yo...Es difícil responder a esa pregunta- Thomas desvió la mirada por unos segundos, responder a esa pregunta era complejo, pues desde el día en que estuvo mirando las nubes con Emma, Thomas no había podido evitar compararla con Hannah- Me recuerdas un poco a ella y quisiera conocerte mejor-. Thomas cerró los ojos unos segundos, sintiendo un aire liberador salir de sus pulmones, recordando la risa de Hannah respecto a una situación similar.

-Lamento oír eso- Emma suspiró desviando la mirada, de pronto las gotas de lluvia que hacían del café un ambiente tranquilizante, se habían vuelto un sonido tenso, silencioso- Yo realmente lamento no poder decir con exactitud de donde conozco a Hannah-. Emma observó el fondo de su taza, vacío, pronto ordenaria una porción de pastel de zanahoria para continuar con la plática.

-No es culpa tuya...Últimamente he pensando mucho al respecto, creo que te debo una disculpa...Estoy completamente seguro de que el número llegó a mi teléfono y todo lo que ocurrió después, pero...Lamento que estés metida en esto, Emma-. Thomas desvió la mirada observando por la ventana, fuera de café, un día nublado.

-No es culpa de nadie, Thomas, no debes disculparte por querer encontrar a Hannah...Pronto sabremos porqué te envió mi número-. Emma cerró los ojos unos segundos, nuevamente parecían estar tumbados en el pasto compartiendo pensamientos.

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