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—Eso que hiciste está muy mal, BeomGyu. No debiste mentir diciendo que tu compañero rayó tu libro cuando en realidad tú mismo lo rayaste. Si vas al kínder es para aprender, no para crear problemas —lo regañó su madre con el ceño levemente fruncido.

El pequeño BeomGyu estaba sentado en una silla, cabizbajo, jugando nerviosamente con sus manitas.

—No fue mi intención, prometo no volver a hacerlo —susurró, sintiendo sus ojitos cristalizarse.

—Claro que no lo volverás a hacer, si lo haces de nuevo, ya verás como te irá.

—¿Hiciste tus tareas de la secundaria? —dijo apareciendo de la nada después de pasar horas encerrada en su cuarto de costura, sólo para saber qué hacía su hijo

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—¿Hiciste tus tareas de la secundaria? —dijo apareciendo de la nada después de pasar horas encerrada en su cuarto de costura, sólo para saber qué hacía su hijo.

BeomGyu estaba sentado en su cama, viendo algo en su celular. Al escuchar la voz de su madre, levantó la mirada y asintió ante su pregunta.

—Bien. Escuché que tuviste un examen, ¿ya te dieron los resultados?

—Si, espera.

Se levantó y casi que corrió hacia la mochila que se encontraba sobre su escritorio. Sacó de ella un trozo de papel y se lo extendió a su madre. La mujer lo miró una última vez antes de tomar el papel.

"Calificación: 10"

—¿Esta nota es realmente tuya, o copiaste? —volvió a mirarlo directamente a los ojos.

BeomGyu frunció su ceño ofendido por las palabras de su madre.

—¿Crees que me pondría a copiar en pleno examen?

—Nunca se sabe. En realidad, dejé de confiar en ti desde el momento en que mentiste diciendo que alguien más había rayado tu libro en el kínder.

—¡Era un niño de cinco años!

—Si, pero hasta día de hoy sigues siendo muy mentiroso y eso me hace desconfiar de ti. Así que, mañana mismo iré a hablar con tu maestra para saber cómo vas en la secundaria —dicho esto, salió de la habitación, cerrando la puerta tras de sí.

BeomGyu, quien se había quedado parado durante toda la plática, cayó de rodillas al suelo cerrando sus ojos con fuerza mientras lloraba por lo bajo para evitar ser escuchado.

Cada vez que su madre lo veía llorar le decía que se dejase de berrinches tontos, por eso dejó de llorar frente a ella desde hace tiempo. Pero es que en realidad no eran berrinches lo que hacía, si no, era su única forma de liberar la impotencia y rabia que lo invadía casi a diario después de los encuentros amargos con su madre.

También hay que ser sinceros, ¿cómo podría estar bien luego de escuchar a su propia madre decir que no confía en él?









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Aclaración: El inicio de cada capítulo son recuerdos de la infancia de Beomgyu, y del separador para abajo es algo así como la actualidad relacionada con el recuerdo. Lo digo para que no se confundan tanto con los saltos en el tiempo. ^^

❛ Mom ❜Donde viven las historias. Descúbrelo ahora