Chico De Cristal |Hyunlix|

huit

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No sabía cómo, ni quiénes eran pero estaba sentado junto a 4 chicos.
De los cuales uno lo miraba con desconfianza, era el mismo que le había gritado hace un rato.

El peli rojo, solamente lo miraba con curiosidad, y un chico que no había visto antes lo miraba con una sonrisa traviesa.

Paso un escalofrío por la espalda de Félix y a su lado estaba Sam.
-!¿Enserio vamos a hablar de esto en frente de el?!, está situación se está saliendo de control- se levantó de su silla golpeando la mesa con sus manos.

-Tranquilizate zanahoria- un tono de despreocupación salió del chico que sonreía con travesura
-Desde hoy, el- apunto hacía felix con el dedo índice -Solo tiene dos opciones- su sonrisa se agrando por dos segundos. Y al cabo de un pestañeo desapareció por completo aquel gestó.

-Eres parte de nosotros, o te vas sin decir ni una palabra. Y te olvidas de todo lo que escuchaste o viste aquí - volvió a sonreír - O sino - Félix estaba petrificado, el peli morado había pasado su mano por su garganta. Y sabía lo que eso significaba.

Solamente trago duro. ¿En donde se había metido?

-Deja de asustarlo Min- Sam, se levantó y camino hacia una mochila que se encontraba en la punta de la habitación.

-Aqui está todo el dinero que me tocaba a mí- dejo la mochila frente a todos en la mesa.
-En cuánto a el- dirigío la mirada hacia Felix -Es mi problema, por el momento va a trabajar con nosotros. Pero el es libre de irse cuando quiera, y les prometo que cuando se valla no va a decir nada de lo que escuche y vea aquí. De eso me encargo yo ¿Verdad? - sintiendo la mirada de los 4, Felix solamente asintió nervioso.

Todos aceptaron, menos el peli naranja que a regañadientes fue a su habitación.

Por su parte Felix y el peli negro se encontraban en la habitación del más alto en un silencio que duró aproximadamente diez minutos.

-¿Entonces? ¿Ahora que tengo que hacer?- nervioso junto sus manos mientras miraba al contrario.

-Ahora tengo dos semanas para entrenarte y que sepas lo básico para que puedas ser de utilidad - Tomó un respiro- Y que los demás no me maten.

Asintió, mientras mucha preguntas pasaban por su cabeza. Pero no sabía si era seguro preguntar.

-Em, ¿Puedo hacerte una pregunta?- tenía su mirada atenta en Sam, que estaba sentado en la cama con la mirada en un puto fijo y con su mano derecha resolvía un cubo rubik.

- Depende cuál sea pecas- sonrío y hizo un gesto para que Felíx se sentará con el.

Decidió no decir nada frente a aquel apodo -¿Quienes son? - Un metro de distancia los separaba y al estar tan cerca de Sam, notó sus perfectas facción. Dignas de un principe.

Tardo unos segundos pensando en cómo decirlo -En pocas palabras somos Las panteras, un grupo de delincuentes que robamos desde que tenemos conciencia- levanto los hombros restandole importancia.

Felix no lo podía creer, había escuchado de ellos en las noticias.
Pero no pensaba que los integrantes de ese grupo eran tan jóvenes.

-Creo que he escuchado de ustedes en las noticias- Sam sonrío asintiendo -¿y por qué roban?

Río sarcásticamente -En un país donde si no provienes de una familia de renombre no eres nadie para la sociedad, creeme que es más fácil robar. Para ellos vas a seguir siendo la misma escoria.

Noto como se la tenzo la mandíbula por lo que prefirió no hacer más preguntas... por el momento.