quatre

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Cuando logró cruzar el jardín llego a la gran muralla que lo separaba de la realidad.

Nervioso detrás de un arbusto se despidió de su mejor amigo ya listo para escapar por el pequeño agujero en la pared, de el cual los guardias no se habían dado cuenta de su existencia y si no fuera por su pequeño amigo el rubio tampoco lo sabría.

Sin dudas a el único que extrañaría de ese lugar sería al pequeño gato negro qué aparecía por su ventana diariamente haciéndole compañía en las noches más solitarias y gracias a el, Felix tenia el conocimiento de esa entrada que se ocultaba perfectamente a la vista.

Suspiro fuerte y sin pensarlo más cruzo hacia el exterior, aún sin ver nada interesante porque el castillo donde vivía estaba alejado de la cuidad. Beomgyu le había dicho que tenía que caminar unos 20 minutos a la derecha y llegaría a la cuidad.

Estaba muy agradecido con su amigo, el rubio había notado lo preocupado que se encontraba el castaño por su decisión pero sobre todo decidió apoyarlo y ayudarlo. Felix siempre estaría agradecido por ello.

Junto a esas instrucciones también le dio un par de indicaciones de como debía actuar
Y unas palabras fueron las que más resonaban en su cabeza "Fuera de estás puertas no eres un príncipe, por lo que no tengas intenciones a qué te traten como tal" y la que Beomgyu dijo que seria la más importante "No confíes en nadie, no le cuentes a nadie quién realmente eres".

Con su mochila en brazos emprendió camino en la oscura noche y a lo lejos se escuchaban los animales nocturnos que salían a cazar, a paso lento el rubio apuntaba con la linterna a los costados cerciorandose de ser el único en ese camino de tierra.

El trayecto había sido tranquilo y como dijo el castaño después de algunos minutos caminando, aunque en un punto, tubo que desviarse y caminar entre los árboles llego a una lado de la carretera donde los autos pasaban velozmente aunque ninguno captaba la presencia del peli rubio que se encontraba parado en aquel lugar esperando el momento adecuado para cruzar sin causar algún accidente, hasta ese punto todo había salido como lo habían planeado y quería que siguiera así.

Después de minutos en los que más de una vez estuvo a punto de cometer un error que le costaría la vida, logro cruzar y llegar a salvo al otro lado de la carretera donde empezaban a aparecer las casas y lámparas por lo que su linterna ya no era necesaria en ese momento.

Según Beomgyu lo que tenía que hacer era buscar un hotel, no parecía una misión difícil por lo que había podido ver en las imágenes eran edificios altos y lujosos fáciles de reconocer.

Siguió caminando mientras dirigía la vista a los lados intentado reconocer algún hotel pero no tenía éxito, seguía inmerso en la tarea pero el rubio no se percató en que momento habían desaparecidos las luces que colgaban de los postes.. ahora estaba entre dos paredes angostas donde no llegaba la luz y nervioso por las películas de terror que había mirado nunca pasa nada bueno en esos lugares.

Intento dar la vuelta para dirigirse por donde entró pero una voz lo detuvo.
-¿Pero que tenemos aquí?- una risa burlona llegó a sus oídos y escucho unos pasos asercandose.

-Por favor no me hagas nada- su voz sonaba débil, sintió como ponían un cuchillo en su cintura.

-Dame todo lo que tengas de valor- sintió la voz gruesa de ese hombre en su oreja haciéndolo temblar del miedo y solamente se limito a asentír.

Rápidamente se sacó la mochila de su hombro y rebusco entre su ropa el dinero que había empacado y con temor estiró su mano hacia el hombre que tenía la cuchilla apuntándole.

Con rapidez tomo el dinero y miro al chico -¿Robaste el banco?- miro a los dos que se encontraban con el.
-¿No creen que podemos usarlo para algo más?- esas palabras salieron de su boca con un tono de burla y hicieron que el cuerpo del rubio se helara y empezara a desesperarse, negando consecutivamente.

-No, por favor. Ya tienen todo mi dinero- hizo todo lo posible para que no se escaparan sus lágrimas que amenazaban por salir -Dejame ir-

-No lo creo- Le entrego el dinero a las dos personas que estaban al lado de él.

-Diviértete con el, pero no tardes mucho que dentro de una hora tenemos junta - El hombre al que le había alcanzado el dinero y su acompañante caminaron hasta el fondo de aquel lugar dejándolos solos, era el momento perfecto para escapar.. era su única oportunidad.

El hombre se acercaba cada ves más hacia Felix -Espera, tengo algo más para ti- aquel sujeto quedó mirando al rubio mientras esté metía su mano en uno de los bolsillos cerrado el puño dentro, asercandose al hombre frente a él y estiró su mano en su dirección.
Cuando esté estuvo lo suficientemente serca en un rápido movimiento Felix Pateo su entrepierna y sin esperar ni un segundo corrió hacia la salida de ese horrible lugar.

Chico De Cristal |Hyunlix|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora