Mierda pura.

1. Frederich.

Frederich, Olivia Frederich. Os preguntaréis, ¿quién coño es esa? Pues bueno, esa fulana soy yo. No, no soy una estrella de cine, ni una gran pintora, ni siquiera una escritora de tres al cuarto, soy una mindundi a la que la policía está hasta los cojones de tener en comisaría.

20 años desperdiciados en tirones de bolso, sumas infinitas de dinero invertidas en cajetillas de tabaco, bares y alcohol para llenar las despensas del tugurio al que suelo nombrar ''mi casa''. Tengo las yemas de los dedos desgastadas de la tinta del cuartelillo y el cuerpo lleno de moratones de las peleas en el bar estando más borracha que una cuba. Mi vida se basa en eso, ir zancajeando por las calles como un perro con un cigarro y el mechero en el bolsillo.

He decidido escribir mi mierda de vida para que no se me olvide por culpa de las dantescas cogorzas que me cojo, y alomejor, releer lo que escribo y reírme con las anecdotas de cuando tiraba a las viejas al suelo para quitarles las cadenas de oro con la imágen de la vírgen. Que asco me dan las vírgenes. Y los rosarios, cuando me encontraba con alguno en un bolso lo tiraba al suelo para pisotearlo. En fin, estaban forradas las hijas de puta, benditas pensiones.

Creo que esto será divertido, o alomejor me canso y quemo el libro, simplemente por quemar algo.