Coffee kisses

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Beso

Si a Rock le preguntaban a qué sabían los besos de su novio no dudaría ni un segundo en decir café.

Desde el momento en que Bass se unió a ellos para derrotar a su padre se dieron cuenta tanto él como sus hermanos de pequeños detalles íntimos del moreno cuando empezó a vivir con ellos.

Uno de ellos es la fascinación de Bass con el café, todas las mañanas tomaba una taza de café negro, en la tarde compraba un late y en la noche comía un dulce de chocolate bañado en café sin falta.

No entendía por qué le gustaba tanto el café, y le sorprendía como podía dormir tan tranquilo con toda esa cafeína en su organismo.

Los meses habían pasado y ya para ese punto Bass era un miembro oficial de la familia Light, a pesar de su carácter malhumorado y algo agresivo supo ganarse a cada Light a su manera.

Limpiaba junto a Roll cada vez que podía y la acompañaba a ver su programa favorito.

Entrenaba junto a Blues y lo encubría cuando éste escapaba.

Ayudaba al Dr. Light a descifrar los planos de Willy.

Y empezó a jugar con Rush y Treble para que ambos canes se llevarán bien.

Pequeñas acciones que enamoraban más a Rock, el bombardero azul tenía sentimientos románticos por su némesis desde hace bastante tiempo, por eso trataba de hablar con él en lugar de simplemente pelear. Y compartir techo con él era casi un sueño hecho realidad.

¿Qué podría mejorarlo?

Tal vez un beso con sabor a café.

Recuerda muy bien esa noche. Se había levantado en la madrugada por un vaso de agua, al entrar en la cocina pudo ver a alguien en esta y se sorprendió mucho al ver una cabellera pelinegra sentada en la mesa del comedor.

Pudo ver cómo la espalda del moreno temblaba a causa de pequeños espasmos y pudo deducir que estaba llorando.

—¿Bass?—Preguntó en voz baja llamando la atención del contrario.

El nombrado se sobresaltó ante el llamado y volteó a su dirección, las lágrimas caían y Rock pudo confirmar su sospecha.

Se acercó al pelinegro y se sentó a su lado, este trataba de limpiar sus lágrimas en vano ya que más seguían saliendo.

—Maldita sea.—Soltó frustrado, no quería que su ex-rival lo viera de esa manera.

—Hey, está bien llorar.—Dijo Rock acariciando los hombros de Bass tratando de reconfortarle.—¿Qué sucede?

Bass se negaba a hablar.

Rock soltó un suspiro cansado.—Vamos Bass, tal vez si lo sacas de tu pecho puedas sentirte mejor.

Se quedaron un momento en silencio, Rock ahora acariciaba su espalda mientras el moreno trataba de calmarse.

—E-Extraño a mi papá.—Habló finalmente tomando por sorpresa al ojiazul. Eso sinceramente no lo vio venir, cuando Bass llegó con ellos diciéndoles que iba unir fuerzas para derrotar a su padre no vio ni un atisbo de culpa o arrepentimiento en su rostro, como si no le importara dejar a la persona que estuvo siempre con él.

—Seguramente él me odia, y yo debería hacerlo por lo que me hizo pasar.—Siguió hablando.—Pero...esos pequeños gestos de amabilidad que hacía por mí me impiden odiarlo, por más que quiera.

—¿Cómo cuáles?

El moreno suspiró temblorosamente, tratando de reprimir el llanto, tal vez no debió preguntar. Estaba a punto de retractarse cuando Bass volvió a hablar.

—Siempre que perdíamos, el gritaba a la nada y golpeaba cosas justo antes de que se le ocurriera otro idea para conquistar el mundo.—Ambos rieron un poco —Cuando eso pasaba me invitaba a tomar un late en un restaurante poco concurrido afuera de la cuidad. A él le gusta mucho el café. Tomábamos uno a todas horas o comíamos dulces de café para mantenernos despiertos mientras llevábamos a cabo sus planes.

Eso explica muchas cosas.”

Pensó Rock.

—En ese restaurante me explicaba lo que quería hacer, yo solo fingía escucharlo, aunque me cueste admitirlo, me gustaba ese tiempo de calidad con él.

El ojiazul sonrió enternecido lo cual provocó un sonrojo en el rostro moreno de su acompañante.

—¡C-como sea! Ya me siento mejor.—Dijo levantándose. El bombardero azul se levantó también.

—Me alegro.—Se acercó al pelinegro.— Si quieres desahogarte puedes venir a mi habitación, no te voy a juzgar.

—Gracias.

Iba de camino a su habitación con un sonrojo en la cara y esperaba de todo corazón que Bass no le viera.

Trató de actuar lo más maduro posible y consolar a su amor platónico pero finalmente se había derrumbado, se sentía tan bien tener esos momentos íntimos con el moreno y eso lo hacía sentir como un aprovechado.

Se sostuvo del barandal de las escaleras mientras subía, sus piernas estaban temblando y no quería caerse de éstas. Después de todo despertaría a su familia y más importante aún caería sobre Bass quien estaba subiendo las escaleras detrás de él, seguramente dirigiéndose a su propia habitación.

Finalmente llegó al pasillo y al tomar la perilla de la puerta una mano lo detuvo.

Volteó encontrándose con Bass nuevamente, el robot de marcas moradas estaba muy cerca lo cual ponía nervioso a Rock.

El pasillo estaba a oscuras por lo que apenas se podía ver con claridad.

—¿Bass?—Susurró confundido, sobre todo cuando el moreno tomó sus manos y las puso encima de su cabeza acorralandole entre la puerta de su habitación y el cuerpo del contrario.

A pesar de que ambos tengan 16 años Bass es ligeramente más alto que él por lo que sentía un poco intimidado.

Sus caras estaban tan cerca que el ojiazul agradecía la oscuridad de la casa para que el contrario no viera su sonrojo. Aunque eso no importó cuando el Willy number hizo lo siguiente.

—No te agradecí correctamente.

Acercó sus labios para besarle y el rostro de Rock no podía estar más rojo si fuera posible.

Bass se separó del pequeño beso, después de todo no había correspondido a este.

—L-lo siento, pensé que yo te gustaba.—Se disculpó en un susurro.—Tu me gustas mucho y-

—Otro.

—¿Qué?

—Quiero otro.—Dijo con voz suplicante.—Tus labios saben muy bien.—Admitió con vergüenza.

Sus labios se unieron nuevamente y esta vez si correspondió. Sus bocas se movían con calma intentando saborear todo lo posible, quien sabe por cuánto tiempo estuvieron esperando este momento.

Bass liberó sus manos y sin perder tiempo las llevó a los hombros de este, quería sentirlo más cerca y la mano que apretaba su cintura se indicaba que el pelinegro pensaba igual.

Escuchó como la perilla de una puerta se giraba y se separó del beso alarmado. Miró a los lados pero no había nadie más que ellos dos.

Finalmente se dió cuenta que fue Bass quien abrió la puerta de su habitación.

—¿Puedo dormir esta noche contigo?

Otro beso fue su respuesta y así ambos entraron al cierto a tropezones, una vez dentro cerraron la puerta con llave.

Esa noche no pasó de besos y caricias pero de todas maneras fue muy especial, sobretodo porque dió comienzo tanto a su relación como a la manía de Rock de besar profundamente a Bass cada que este terminaba de tomar o comer un dulce de café.

Ahora ambos son adictos a los besos cafeinados.

I wanna burn with you ||Megaman||Donde viven las historias. Descúbrelo ahora