Luna Lell. [Terminada]

Capítulo 12🌸

Han pasado varios meses desde la celebración, he hecho un excelente trabajo y Erick pudo arreglar el inconveniente con los lobos que se transformaron frente a los humanos.
Sin embargo, hay algo que no deja de rodar en mi mente, se debe a que Erick aun no me marca, es decir; no hemos tenido relaciones sexuales, solo toques y coqueteos pero no mas de ahí.
Me preocupa porque no sé cómo se sentirá él, pero me siento segura y daré el siguiente paso yo.

|....🌸🌸🌸|

Evite a Erick por todo el día, ahora me encuentro en nuestra habitación con una sutil bata cubriendo mi desnudez, inhalo y exhalo, estoy preparada.
Apago la luz y me escondo detrás de la puerta, escucho pasos y luego la puerta se abre.

- Sé que estás ahí, puedo olerte, prende la luz por favor. - Me dice volteandose, solo hay una pequeña lámpara prendida que brinda poca luz, aún así, puedo ver cómo sus pupilas se dilatan.
Se aclara la garganta y se dirige a mi.

- ¿Estás segura? Puedo esperar, no quiero presionarte.

Asiento mirando con determinación haciendo que sus ojos reflejan deseo y amor.

- Bien - Me toma entre sus brazos y luego me lleva a la cama.

Sus toques son cálidos, suaves y llenos de amor. No sé en qué momento desaparecieron las pocas prendas pero ahora solo lo veo posicionado entre mis piernas.

- Si quieres que me detenga me dices.
Vuelvo a sentirme hipnotizada con sus toques y miradas.

- Está bien, mírame, no me moveré hasta que me digas.

- Hazlo, despacio por favor.

Desde un principio, los hombres lobos saben que la diosa Luna les destinó a alguien, y es por dicha razón, que el mayor porcentaje se reserva para su para su pareja: tanto sentimentalmente como físicamente.

- Diosa, estás tan apretada.

- No deberías hablar sobre la diosa ahora mismo.

Él se limita a soltar una risita que correspondo al instante mientras nuestros cuerpos siguen uniéndose en uno solo.

|....🌸🌸🌸|

Despierto sobresaltada, y emito un gemido de dolor proveniente de mi entrepierna y cuello, Erick no está, supongo que debió irse de improvisto, así que me dirigo a la ducha, pero antes de eso noto la mancha de sangre en las sabanas, Diosa Luna que verguenza, me duchare y las cambiaré.

Con el agua recorriendo mi piel me permito sonreír y llorar de alegría, Diosa, todo fue tan lindo. Ahora me siento diferente, completa, feliz y amada. La hermosa marca que adorna mi cuello es preciosa, en unos días tomará forma.

Escucho la puerta ser tocada.

- Lel, ¿estas bien? Te escuche llorar pero solo siento alegría. Sal por favor.
- En un momento.

Al salir Erick toma mi cara entre sus manos y me inspecciona.
- ¿Por qué llorabas preciosa? ¿Hice algo mal? ¿Te duele? Diosa, no debí ser tan rudo.

Suelto una risita - No cariño, estoy bien, es solo que estoy muy feliz. Te amo.

- Yo más y no hay discusión.

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|Meses después|

Hace algunos días he empezado a sentirme mareada, débil y con ganas de vomitar. Me he informado y espero que sea lo que pienso y no otra cosa.
Me encontraba en la academia con los niños, cuando de pronto empiezo a ponerme débil.

- Señorita Luna, ¿Se encuentra bien?

- Si, Sarita. - Susurro apenas antes de perder la conciencia.

|....|

Una conversación hace que despierte, además de sentir la tensión de Erick por medio del lazo.

- Bien, eso es todo su Majestad Alpha. Me retiro.

- Gracias.

Él sabe que estoy despierta.

- ¿Cuándo pensabas decírmelo? - Sentí el tono de reproche en su frase.

- Lo siento, apenas lo confirme hoy.

- No me refiero a ello, sabes que puedo olerte y note el olor dulzón de leche proveniente de ti, me refiero a ¿cuándo pensabas decirme que te desmayabas y sentías mal? Eres muy buena ocultándolo.

- ¿Lo sabías? - Pregunté nerviosa.

- Por supuesto, eres mi esposa, nuestro bebe crece dentro de ti.

- ¿Estás enojado? - Se me escapó un sollozo de solo pensarlo.

- Claro que no cariño, solo estaba preocupado, eres lo mas importante para mi y ahora también mi varoncito.

- ¿Cómo lo sabes? - Fruncí el ceño mirándole expectante.

- No por nada soy Alpha cariño, ahora a descansar y dejaras de hacer tantas actividades.

- Pero estoy embarazada, no inválida.

- Sin objeciones.

Hice mi mejor puchero con ganas de llorar, no quiero dejar de trabajar para la manada, puedo cuidarme y hacer las actividades.

-Solo un 15% de lo que haces.

- 20%- - Sonreí y abrí mis brazos para que me abrazara.

- 18%, no más. - Me abrazo y beso la frente.

- Bien. Regele Alpha, te iubesc.

- Yo más y no es negociable.

Solté una sonora carcajada.
Sin duda alguna esta es la mejor vida que puedo tener, estoy tan feliz.

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